Si quieres descubrir un lugar relajante, un pulmón de la ciudad para desconectar del estudio o las fiestas, ése es el jardín botánico. Un lugar con tanta belleza como historia, ya que es el jardín más antiguo de Bélgica.
Fundado en 1738 por la Universidad Católica de Lovaina y conocido también como el De Kruidtuin, o el jardín de las hierbas, este sitio se hizo con el objetivo de realizar estudios médicos y científicos por los estudiantes de medicina. La situación actual no es la originaria, puesto que en 1819 se hizo una ampliación que conllevó a su traslado, aprovechando un antiguo monasterio capuchino en ruinas.En la actualidad dispone de hasta 800 especies de plantas sirviendo como fuente de información científica, para herbolarios y estudiantes de medicina, que era el objetivo inicial por el que fue creado.
A pesar de no ser muy grande (2,2 hectáreas), el jardín botánico está dividido en varias zonas: Destacan dos edificios acristalados; por un lado está el invernadero que contiene una gran variedad de plantas tropicales y subtropicales. Un lugar en el que, además de disfrutar de vegetación inexistente en esta zona, se puede sentir la agobiante sensación que producen los climas tropicales, debido a sus altas temperaturas y extrema humedad que empañará las gafas a más de uno.
Por otro lado tenemos la Orangerie, un invernadero de estilo neoclásico que recibe este nombre debido a que los árboles que se resguardaban de las temperaturas invernales, cuando estos edificios comenzaron a ser populares en palacios y mansiones de la nobleza europea, eran naranjos.
Además de los invernaderos podemos encontrar fuentes, una gran cantidad de estatuas o un pequeño estanque. A partir de los años noventa se añadió un jardín acuático, uno exclusivamente frutal y uno subterráneo al jardín.
En julio y agosto se organiza una exposición de obras de arte al aire libre llamada Verano en el Jardín, que reúne artistas nacionales e internacionales
Me llamo Andrea Pujol y soy catalana. Estudio cuarto de periodismo en Barcelona. Me encanta descubrir nuevas cosas, nuevos lugares y estoy deseando empezar esta nueva experiencia para relataros todos los detalles de esta maravillosa ciudad.
Los primeros días han sido muy movidos, sin ningún momento de pausa habituándome a la ciudad y a sus costumbres. He pasado por calles importan
tes, por grandes plazas y también por callejuelas perdidas. Lovaina tiene un encanto difícil de encontrar en cualquier otro lado.