Un corresponsal Erasmus en Flandes no descansa… ¡ni siquiera cuando no está en Flandes!
Aunque haya venido a pasar unos días de vacaciones de semana santa a mi Madrid natal no he podido evitar la tentación de seguir impregnándome de Flandes desde la distancia. Para ello, nada mejor que acercarse al Museo del Prado y disfrutar de la inmensa colección de pintura flamenca que se encuentra en su interior. Si además la exposición temporal del museo es sobre un artista flamenco de la talla de Anton Van Dyck, mejor que mejor.
En principio, estaba previsto que la exposición “El joven Van Dyck” se terminase el 3 de marzo pero debido a la buena acogida que tuvo entre la crítica y los amantes de la pintura se acordó que se prorrogase hasta hoy, día 31 de marzo. Es la primera vez en la historia que un museo español dedica una exposición a este artista.
Van Dyck nació en Amberes en 1599 y pronto empezó a destacar como un artista con mucha habilidad para pintar retratos. Sus inicios como pintor tuvieron lugar en 1609, cuando sólo tenía 10 años de edad, en la escuela de Hendrick van Balen, a la sazón uno de los pintores más destacados de Amberes. Más tarde, desde 1617 y hasta 1621 fue discípulo de Pedro Pablo Rubens que dirigía una escuela de la que surgieron numerosos artistas, pero ninguno sería capaz de alcanzar la destreza y la fama de Van Dyck. La exposición del Museo del Prado se dedica de forma casi exclusiva a esta etapa de su vida caracterizada por su gran madurez a pesar de su juventud.
Sus primeros trabajos eran supervisados muy de cerca por su maestro Rubens -al que acabaría siendo capaz de imitar mejor que ningún otro artista- pero Van Dyck pronto conseguiría dotar sus obras de un sello personal inconfundible. Es frecuente ver en sus primeros cuadros muchos cambios de estilo, en lo que se ha interpretado como la búsqueda de sus señas de identidad. A pesar de su juventud, Van Dyck pronto se convirtió en un artista aclamado internacionalmente.
En 1621 emprendió un viaje a Italia donde estudió los trabajos de los grandes artistas del siglo XV y del XVI y se consolidó como un retratista de primer nivel. Regresó a Amberes en 1627 pero en 1632 sería llamado por el Rey Carlos I de Inglaterra para ejercer como retratista de los miembros de su corte. Se dice que Carlos I quedó gratamente impresionado tras observar los brillantes retratos de la nobleza genovesa que había realizado Van Dyck por lo que se mostró muy insistente en conseguir los servicios del artista flamenco. En 1638, Van Dyck contrajo matrimonio con una ayudante de la corte del Rey de Inglaterra, un matrimonio que fue promovido por Carlos I para evitar que regresase a Flandes de forma definitiva. Este hecho no impidió que viajase a menudo a Amberes y a Paris, donde también pintó algunos cuadros para la nobleza francesa. Van Dyck moriría en Londres en diciembre de 1641, con tan solo 42 años de edad, pero dejando un legado enorme en forma de cuadros (especialmente retratos) y convertido en un referente mundial del estilo barroco.
Me llamo Juan Pastor Merchante y tendré la suerte de ser el Corresponsal Erasmus en Lovaina entre febrero y junio de 2013. Tengo 22 años, soy de Madrid y estudio Derecho y Administración y Dirección de Empresas en la Katholiek Universiteit Leuven, aunque hasta este año lo venía haciendo en la Universidad Autónoma de Madrid.
Mi experiencia Erasmus en Lovaina comenzó en septiembre del año pasado por lo que ya casi me siento un lovaniense más. En estos meses me he impregnado de la ciudad y espero ser capaz de trasladaros la experiencia de un Erasmus en Lovaina de la forma más precisa posible.