El barrio de Châtelain (al que se accede más rápidamente con el tram 94, a la altura de la parada Bailli) es una de las zonas de mayor ambiente que hemos mencionado en el blog. Alberga muchísimos restaurantes y tiendas, pero hay que hacer una mención especial a sus lugares de dulces, concretamente a Lilicup y la creperia Au Ptit Breton.
Lilicup es una tienda de cupcakes y salón de té bastante conocido entre los locales. De hecho me lo recomendó una compañera belga. Tiene una variedad que está a la altura de su fama, así que no encontraréis la típica red velvet, sino sabores más complejos y deliciosos.
En la tienda tienen colgada una tabla a modo de leyenda: en ella encontraréis los dibujos que indican el contenido de los cupcakes pero también el día en que están disponibles:
Como también se trata de un salón de té, os animo a que probéis alguno de ellos. No son muy baratos (unos cuatro euros) pero merecen la pena: algunos son muy exóticos y las vajillas son una monada:
Si tenéis suerte y hace bueno no dudéis en probar su terraza, aunque el interior (no muy grande) es bastante agradable:
Otro lugar para los amantes del dulce es Au Ptit Breton en rue Américaine 117. Aquí probamos las mejores crêpes caseras: gran variedad, tamaño, y un lugar pequeñito y acogedor. El dueño es muy simpático y la decoración ambientada en un puerto bretón está muy conseguida. Las crêpes son pelin caras (siete euros) pero merecen la pena.
ENJOY!