¡Hola a todos! Hoy vengo a hablaros de otro símbolo de la ciudad de Gante que creo que merece la pena conocer. Es conocido como el mammelokker y se encuentra en la fachada de la antigua cárcel de Gante, enfrente del ayuntamiento.
La historia, aunque pueda parecer extraña, se trata de un hombre al que metieron en la cárcel sin darle comida alguna durante la que iba a ser una larga estancia en ella. La hija de dicho hombre pidió visitar a su padre todos los días, ya que esto era algo permitido en aquella época. Tras un mes en el que el hombre no sufría ningún tipo de consecuencia a pesar de no estar recibiendo comida, el juez pidió que se vigilara a la hija cuando venía de visita para ver que ocurría. El guardia quedó sorprendido cuando vio la escena ante sus ojos de la hija dándole el pecho a su padre para que este pudiera sobrevivir.
Esto impacto tanto a la gente que decidieron inmortalizarlo en una placa y dejar en libertad al padre. El edificio en el que se encuentra data del siglo XVIII y fue construido por David ‘t Kindt. Originalmente era la casa del guardia de la prisión de la ciudad, que estuvo ubicada en la cripta del Laken Hall desde mediados del siglo XVIII hasta principios del siglo XX. El edificio se apoya en la Lonja de los Paños, cerca del campanario. Actualmente funciona como oficina del Defensor del Pueblo de Gante.
Aunque todo el mundo en la ciudad conoce esta historia en realidad está basada en Cimón y Pero de la mitología grecorromana e inspiró a pintores como Peter Paul Rubens.
Espero que esta historia os haya parecido interesante y que si tenéis tiempo vayáis a visitarla ya que merece la pena. ¡Un saludo y nos vemos pronto!
Tengo 21 años y soy estudiante de Arquitectura en la UPV de Valencia.
Este año estoy realizando mi Erasmus en la ciudad de Gante, aunque mi universidad sea la KU Leuven.
Soy una persona a la que le encanta vivir nuevas experiencias y que no suele tener miedo de encontrarse en situaciones sola o sin conocer a nadie. Si a esto le sumamos que me encanta viajar, nos encontramos con que la experiencia Erasmus era un sueño para mi.
Me encanta el arte y la arquitectura, me parecen dos ámbitos con los cuales se puede aprender muchísimo de una ciudad gracias a ellos y toda la historia que tienen detrás.
Siempre que voy a una ciudad nueva intento empaparme de su historia al máximo para poder entenderla un poco mejor.