¿Te encuentras con que llegas a fin de mes si un mísero Euro de todo lo que te ingresan? ¿Ya te sabes más que de memoria las ofertas del supermercado? ¿Cansado de tener que decir eso de: -hoy no tomaré nada, gracias? O quizás simplemente buscando hacer unos ahorritos para poder viajar y conocer más a fondo esta maravillosa región.
Sea cual sea el motivo que te ha llevado a interesarte por hacer crecer un poco más tu escuchimizada cuenta bancaria en este periodo de tu vida que es “la experiencia Erasmus”, hoy te traigo una manera super divertida, ecológica y deportista. ¡Con esta descripción cualquiera diría que hablamos de trabajo!
Por si alguno está pensando mal, añadiré que tampoco es necesario infringir ninguna ley, es una manera de ganar dinero totalmente lícito.
Este genial empleo del que os hablo hoy, consiste en ser repartidor de comida. Pero por contra a lo que estamos acostumbrados a ver en España, ¡aquí van en bicicleta!
Todo está controlado mediante una aplicación móvil, en la que tu “pides turno” para un día concreto (son turnos de 3 horas de duración), y durante tu periodo de trabajo harás los envíos que puedas. En la pantalla de tu teléfono aparecerán todos los datos necesarios para recoger el pedido en el restaurante y el domicilio al que luego tendrás que transportar el pedido.
Así, se trata de algo totalmente flexible: están los motorines que harán más pedidos y ganarán un “extra” añadido al sueldo base, o los que se lo tomarán con más calma y aun así llegarán a casa con un buen sueldo debajo del brazo.
Además, la mayoría de los trabajadores son gente joven, la mayoría estudiantes también con los que acabarás charlando e incluso algún día tomando una cerveza después del trabajo… ¡Y bien merecida!
La empresa se llama “Deliveroo” y hoy una trabajadora estrella, nos cuenta más en profundidad a cerca de este maravilloso empleo.