¡Hola de nuevo!
La biblioteca nacional de un país es una de sus instituciones más importantes en materia de cultura. Su mayor objetivo debe ser conservar y proteger la herencia y el legado de todo un país, y, como es normal, recoge una colección magnífica de escritos, lo que les da la posibilidad de exponerlos en lo que vamos a visitar hoy: el museo de la Biblioteca Nacional de Bélgica (KBR).
En esta colección, tenemos la oportunidad de descubrir un poco más sobre la historia de la institución. Encontramos su origen en la biblioteca personal que tenían en Bruselas los Duques de Borgoña, gente con una gran conciencia cultural en la época en la que vivían, y que recogieron una increíble colección de manuscritos.
La primera parte de la exposición es muy interactiva, ya que gracias a actividades y muestras que nosotros mismos podemos tocar con nuestras manos, descubrimos cómo se conformaban los manuscritos medievales en varios pasos, desde el papel en el que se escribía, la tinta, cómo se decoraban, etc.
En el resto de salas se nos muestra una colección muy interesante de manuscritos originales de esa antigua biblioteca que fue la base de la KBR actual. La mayoría trata de asuntos religiosos, aunque también se aprecian algunos temas laicos. Destaca sobre todo la impresionante manera en la que los manuscritos están decorados, ya sea con pan de oro o colores intensos, muy difíciles de conseguir en la época.
La luz y el sonido ambiente te trasportan a otra época, es como si fueses uno con la historia. Además, por todo el museo vemos pantallas, algunas táctiles, en las que se nos muestra información sobre los manuscritos y la época en la que se escribieron, incluyendo algunas salas más pequeñas que hacen las veces de pequeños cines.
La colección de manuscritos se complementa con varias obras de arte en forma de pintura y escultura cedidas por el Museo Real de Bellas Artes, haciendo del conjunto algo magnífico, en el que podemos descubrir la Edad Media de una forma muy directa y completa.
Una de las curiosidades del museo es que, como su colección es increíblemente frágil, los manuscritos se van cambiando cada cierto tiempo para protegerlos, así que puedes ir de tanto en tanto y encontrarte una colección completamente diferente. Para mí fue un gran descubrimiento y un sitio digno de visitar si pasas por Bruselas. Más información aquí.
¡Nos vamos viendo!
Jose
¡Qué ilusión me hace estar escribiendo por fin estas palabras! A partir de este mes de febrero empiezo como corresponsal de Erasmus en Flandes y tengo muchas ganas de enseñaros mi trabajo. Recoger el testigo de Yolanda en cuanto al tema de Patrimonio es todo un honor.
Antes de nada, me presento. Me llamo José Manuel Ortega y tengo 20 años. Nací en Granada, pero he vivido toda mi vida en La Línea de la Concepción, un pueblo de Cádiz. Estudio Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada y, actualmente, estoy realizando un intercambio Erasmus en Bruselas de curso completo.