¡Buenos días Erasmus valientes! Durante un año de Erasmus en Bruselas (¡bueno, y durante menos, y sin ser Erasmus!) habrás podido percibir casi con los cinco sentidos la existencia de un “sexto sentido”: el sentido del arte. Ya hemos venido hablando, tanto otros corresponsales como yo, del arte en Bruselas y Flandes. Sin embargo, del arte del cómic es lo que os toca leer hoy de ErasmusBruselas (aunque no solo de este arte hablaré…). Y es que el cómic es algo que, desde sus orígenes modernos, va prácticamente intrínseco a Bruselas, Flandes y Bélgica. Desde aquí surgieron las influencias a distintas partes de Europa y Ya Morris (flamenco y creador de Lucky Luke) en los años 60 calificó al Cómic como el “noveno arte”.
UN POCO DE HISTORIA SOBRE EL CÓMIC EN BÉLGICA
Hergé, el gran creador del personaje belga de cómic más famoso, Tintín, dio un impulso clave al mundo del cómic en Europa, marcando unas normas de calidad y un estilo que crearían tendencia. Esto fue en Bruselas en 1929, cuando Hergé trabajaba para el diario católico ultraconservador “Le XXe siècle”. Sin embargo, en Flandes, en la abadía de Averbode (cerca de Amberes), nacían otras historias al estilo del cómic con el objetivo de atraer al catolicismo a jóvenes. A partir de ahí (años 30), las historias contadas mediante lenguaje de imágenes se fueron desarrollando en el seno de las empresas de prensa. Autores neerlandófonos como Vandersteen (Bob et Bobette) o Marc Sleen (Neron) fueron motores del desarrollo del cómic en Flandes. Otros, como Morris (Lucky Luke) optaron por una vía más internacional. Revistas como Spirou, Tintín y A Suivre nacieron hacia los años 40-50 en Valonia, Bruselas y Valonia, respectivamente. Spirou y Tintín (aunque el personaje Tintín ya era conocido) tuvieron un gran respaldo por parte de los lectores consiguieron hacer grande a Bélgica en el mundo del cómic, por encima de otros países como Francia, de los que destacan también autores, como Goscinny y Uderzo, que trabajaron para la revista Tintín en Francia. Después, estos dos crearon…¡Astérix! Así es como en Bélgica, donde gran parte de las viviendas tienen colecciones de cómics, se convierte también en la cuna del noveno arte.
EL MUSEO DEL CÓMIC (CENTRE BELGE DE LA BANDE DESSINÉE-CBBD)
Nada más entrar al hall del museo, además de encontrarte con personajes familiares como Lucky Luke o objetos como el cohete de Objetivo: la Luna (Tintín), si levantas la vista un poco verás la grandeza del Art Nouveau sobre ti. Creado por el arquitecto Victor Horta, el edificio se utilizó en su origen para acoger las Magasins Waucquez, unas tiendas de telas. Remodelado en 1975-1984, se le dio más luz interior para poder contemplar mejor la gran obra de Horta y se empezó a usar como Museo del Cómic, todo bajo la atenta mirada de Hergé. Art Nouveau para acoger al “noveno arte”.
“Resultado de una complicidad siempre fuerte entre el deseo de contar algo y el arte de dibujar”. El CBBD te cuenta en la primera exposición cómo el ser humano siempre se ha comunicado por imágenes, entre otras cosas porque la lectura y escritura era de más difícil acceso. El comic, en realidad, no es más que una sucesión de imágenes acompañadas por pequeños textos que juntos forman un relato. Pero a partir de ahí…¡imaginen!
Más adelante, en la parte de “art de la BD” te darás cuenta de que leer es fácil,pero crear…no tanto: elegir el “escenario” (pequeña historia imaginada por el autor) y planear su división en páginas y viñetas; buscar y documentarse bien sobre los personajes, interactuaciones y vestimenta; los procesos de entintado y coloreado, facilitados por la paleta gráfica; crear la cubierta y el proceso de edición. Todos ellos son los 7 pasos para crear un cómic…¡¿te atreves?!
“ASTÉRIX EN BÉLGICA”
Una de las exposiciones temporales del museo, en la segunda planta, junto a la permanente sobre Tintín, es “Astérix chez les belges” (publicado en 1979). Es una exposición pequeña pero de la que podrás aprender mucho y sobre todo disfrutar si te gustan los cómics de Astérix y Obélix. “De todos los pueblos de la Galia, los belgas son los más valientes…” (Julio César, en sus memorias sobre las guerras de Galia). Goscinny y Uderzo, de los que he hablado más arriba, te abren las puertas de estos dos valientes personajes y sus amigos, mostrándote secretos íntimos de ellos y de sus historias contra los romanos. En “Astérix chez les belges”, tras enterarse Abraracourcix, jefe de la tribu en Armorique (donde viven Astérix y Obélix), de la afirmación del emperador Julio César, decide ir a visitar la zona belga de la Galia…
Adentrándose en las tradiciones y costumbres belgas, en la exposición se nos habla de cerveza, de expresiones belgas y de su rico patrimonio lingüístico e incluso del Manneken Pis (presente también en la exposición, subido en un tonel de “cervoise”), de Jacques Brel o del gran Eddy Merckx, ¡que aparecen en alguno de los cómics de Astérix! Una duda nos queda sobre el origen y la creación de la ciudad de Bruselas nos deja Astérix cuando le pregunta por ello a un niño…: “Une ville pas encore” (“una ciudad no aún”), responde este. De esto puedes aprender más en (enlace musee de la Ville). El humor y la historia se conjugan en las aventuras de Astérix y por supuesto nos esperan en Astérix chez les Belges, como siempre hacen Goscinny y Uderzo. ¡¡Habrá que leerlo!!