Lleves unos meses o solo unos pocos días en Amberes seguro que has oído hablar de su puerto. ¿Cómo es de grande? ¿Se puede visitar? ¿Qué es ese edificio tan extraño en Eilandje? Acompáñame y podrás descubrir la respuesta a esas preguntas y unas cuantas más que te sorprenderán.
Historia del puerto de Amberes
Allá por el 1811 (no es tanto tiempo atrás) un famoso general francés llamado Napoleón se dio cuenta del potencial de Amberes como ciudad portuaria mandó construir el primer muelle. Esto igual te suena ya que uno de los muelles que se sitúa cerca del MAS se llama Bonapartedok en su honor. No iba muy desencaminado, aunque no lo pudo disfrutar mucho ya que estalló la Revolución Belga unos años después. El puerto siguió creciendo en tamaño y mercancías hasta que el siglo XX llegó y con él dos guerras mundiales. Siendo sinceros, tener un puerto de gran tamaño con la capacidad de mover un gran tamaño de mercancías no te hace pasar desapercibido en una guerra, y así fue con Amberes. Disputado en ambas guerras fue siempre pieza clave, especialmente en la segunda, cuando se considera que la batalla de Amberes fue el punto en el que los alemanes realmente perdieron la guerra. Actualmente, tras décadas de crecimiento, nos encontramos con el puerto que conocemos. Siendo este, el segundo más grande de Europa en extensión, después del vecino Rotterdam, el tercero en carga, después de Rotterdam y Hamburgo.
Curiosidades y datos
El puerto se extiende por 12.068 hectáreas a ambos lados del Schelde. Para ponerlo en perspectiva, es más grande que toda la superficie de la ciudad de Barcelona o aproximadamente 24.000 campos de fútbol.
Tiene más de 350 km de carreteras, más de 1.000 km de vías de tren, 1.000 km de tuberías y 170 km de muelles para poder descargar mercancía.
Está compuesto por más de 80 terminales, tiene 24 puentes que lo cruzan y 710 muelles para barcos.
Ningún puerto en Europa se adentra tanto en la tierra con casi 100 km de longitud. Es como si el puerto de Tarragona acabase en Barcelona.
Solo el puerto ya supone un 5% del PIB de Bélgica, moviendo 235.000 toneladas de mercancías y dando trabajo a casi 150.000 personas.
Y… ¿puedo verlo?
Actualmente puedes rodearlo por los diferentes caminos que hay tanto en la ribera del río, como por la autopista que va hacia los Países Bajos. En su web, tienes una ruta de 40 km para hacer en bici. Además de esto, dos actividades son las más solicitadas en el puerto y son las siguientes.
Visitar el edificio Havenhuis
Más de uno os habréis fijado en ese edificio que parece un barco de cristal encima de otro edificio más antiguo. Pues bien, esa es la Havenhuis o el edificio de la Autoridad Portuaria. Se trata de una obra de la arquitecta iraquí Zaha Hadid, la cual fue galardonada con el premio Pritzker (el equivalente al Nobel en Arquitectura). Se puede visitar en ciertas fechas pero hay que reservar un tour. Desafortunadamente solo está disponible en Dutch pero solo entrar ya merece la pena.
Practicar shipspotting
Para los amantes de la fotografía o para cualquier otra persona, esta actividad consiste en fotografiar a los barcos más impresionantes que atracan en el puerto. Ya que el puerto de Amberes es tan importante, en su web podrás ver las fechas en las que los barcos más grandes de todo el mundo se pasarán a hacer una visitilla por aquí. Si te interesa la mejor opción es montarte en un DeWaterbus y disfutar viéndolos.
Espero que os haya parecido interesante y ¡nos vemos en la próxima!
Mi nombre es Alba Aparicio, y soy la encargada de contaros todo lo relacionado con Amberes durante este segundo cuatri.
Aunque mi aventura en Flandes no empieza ahora chicos, ya han pasado 5 meses desde que mis 3 maletas y yo aterrizamos aquí. Durante este tiempo, no he parado de viajar, descubrir, probar cosas nuevas… En definitiva, empaparme de la cultura flamenca para poder contaros lo mejor posible todos los tips y secretillos de esta ciudad.
No os hacéis a la idea la cantidad de eventos y actividades que podéis hacer día a día en Amberes, es una de las ciudades más dinámicas que he conocido nunca. Si venís con expectativas de poder llegar a aburriros, lo tenéis difícil. Tanto en redes sociales como en posters por la calle, podéis encontrar un montón de eventos a los que ir y disfrutar. No os preocupéis si no dais con ellos, personalmente me dedicaré a haceros llegar esa información.