El parque público más grande y bonito del barrio de Ixelles (y de Bruselas si habló personal y subjetivamente) es Bois de la Cambre. En él también se aloja un gran bosque (La foret de Soigne), que sin duda es el sitio perfecto para pasear y relajarse.
Ambos son lugares ideales para todo: para hacer un picnic, para pasear, para correr, para montar a caballo, para hacer bici, para observar la naturaleza, para tomar el sol en verano o dar un paseo melancólico en otoño por sus senderos.
Es impresionante la cantidad de gente joven y familias enteras que deciden pasar sus tardes en este parque desde el primer momento en que un rayo de sol asoma por Bruselas.
El lago que hay en el centro del parque le da un toque muy coqueto a este parque ya bonito de por sí. Además, es muy recomendable atravesar el lago mediante un transporte acuático parecido a un pequeño ferry que te lleva hasta una pequeña isleta donde puedes encontrar Le Chalet Robinson, un pequeño paraiso en forma de restaurante situado en medio de Bois de la Cambre.