Independientemente de si somos creyentes o no, el arte románico no puede dejar indiferente a nadie porque precisamente busca la esencia de cada persona y la exaltación de la paz interior. Frente al Gótico o al Barroco, el románico no buscaba el fervor religioso, no quería sorprender con grandes vidrieras ni con altares repletos de oro. El románico se caracteriza por su sencillez y su humildad, pero no por ello su arquitectura es más tosca o menos elaborada.
Las Iglesias del románico tenían una complejidad estructural que debemos tener en cuenta. Los edificios religiosos de planta latina jugaban constantemente con las sobras y los claros oscuros. En estos edificios no vamos a encontrar elementos disruptivos que nos puedan desconcertar. Son lugares destinados a la reflexión personal y a la meditación. Solemos encontrarnos plantas latinas en forma de cruz con un ábside que las cruza. La nave principal suele estar rematada por una bóveda de cañón sujeta por gruesos muros y arcos de medio punto. Suele carecer de ventanas y se juega con las sobras para invitar a la concentración.
Con todos estos elementos debemos preguntarnos ¿Existe románico en Flandes? la respuesta es confusa, pues está muy desaparecido. Muchas de las Iglesias y Catedrales de Flandes tienen orígenes románicos pero han sido reconvertidas en estilos posteriores. Cuando he visitado las ciudades flamencas siempre he tenido curiosidad por encortar resquicios del olvidado arte románico. Sin embargo a pesar de que he tenido que buscar y a veces viajar expresamente a lugares perdidos he podido recopilar la siguiente muestra.
Basílica de la Santa Sangre en Brujas
La parte más conocida de esta basílica es la antigua capilla del Conde de Flandes, sin embargo, debajo de la capilla barroca y gótica se esconde una joya del románico y una de las que mejor se conservan. En la planta baja se conserva la de San Basilio con ábside semicircular, comenzó a construirse en el año 1134. Por tanto si estáis haciendo la ruta del románico y vais a Brujas si o si tenéis que visitar la planta baja de la Basílica.
Abadía de Postel
Llegué a esta Abadía de forma casual cuando hacía mi recorrido por Limburg y fue toda una sorpresa comprobar que conservaba su estructura románica. Las abadías fueron grandes centros de poder en la Edad Media y todavía se puede observar en los muros de la iglesia abacial el prestigio y la riqueza que acumularon sus monjes. La Iglesia, construida en el siglo XII, cuenta con una nave central que carece de altar o retablo (otra característica del románico) y encontramos un sencillo coro presidido por el asiento del abad. A los lados arcos de medio punto y una gran cruz que cuelga del Ábside.
En esta abadía además vais a poder observar que los monjes tiene un gran jardín de hierbas medicinales y que además cuentan con su propio laboratorio para elaborar medicinas y ungüentos. No solo se dedican a estas labores, pues los religiosos tiene fama de elaborar la mejor cerveza de la región.
Castillo de los Condes de Gante
En esta ocasión me costó un poco encontrarlo. El Castillo de Gante ha sufrido muchas modificaciones y ha sido restaurado recientemente por lo que no podemos decir que tenga un estilo románico. Pero si que encontramos en su capilla todos los elementos característicos del románico, ventanas estrechas, muros gruesos, bóveda, arco de medio punto…. La capilla suele pasar desapercibida pero sin embargo no deja de ser la joya del castillo. Este edificio se empezó a construir en el siglo IX y fue ampliado posteriormente por lo que podemos considerar su capilla como una de las piezas románicas más antiguas.
Esto no es todo podréis encontrar vestigios románicos en la Catedral de San Quintín de Hasselt.