Mucho se ha hablado ya sobre las famosas «frites» belgas en nuestro blog. ¡Y con razón! Las frites están muy (pero que muy) buenas. Un secreto está en la forma de freírlas (aquí un post anterior con más información). Sin embargo, otro secreto que a veces pasamos por alto es su combinación con alguna salsa. ¡Es ahí donde nos centramos en este post!
Quien llegue de primeras a un puesto de frites, se sorprenderá ver el listado de salsas a elegir (algunas nada famosas por el territorio español). ¡Es por eso que vamos a desvelar los principales ingredientes de algunas de las salsas más famosas! ¡Shhhhh! ¡Qué no nos escuche el chef! Así, dependiendo de los gustos, podréis elegir la salsa con alguna idea más concreta. ¡Vamos allá!
Una primera opción puede ser con o sin sal. A veces, puede ser una buena idea si no queremos «pringarnos» mucho.
Las salsas más tradicionales como Ketchup o Mayonnaise (mayonesa) suelen ser de las más recurridas, quizás por el hecho de «pisar sobre terreno seguro». Sus ingredientes son más que conocidos.
En el ámbito de las no picantes encontramos la salsa Brasil (a base de tomate y piña, con un toque a curry azucarado), Tartare (cremosa, a base de cebolla fresca), Pita (salsa blanca a base de ajo, ideal para la carne de pita o el típico «gyros» griego) y Cocktail (a base de tomate, cebolla y un toque a whisky).
Entre las picantes, podemos encontrar la salsa Andalouse (ligeramente picante, mezcla de tomate y mostaza), Americaine (algo más picante, con cebolla, perifollo y alcaparra), Samourai (muy picante, a base de pimientos rojos) y Pili-Pili (también muy picante, con guindilla incorporada).
Un consejo: pedir la salsa siempre » a parte». Si no, muy posiblemente os la echarán sobre las patatas directamente (y luego es más difícil de comer sin mancharse).
¡Voilà! He aquí un pequeño resumen. Espero que os sirva. Si tengo que «mojarme», mis preferidas son la Brasil y la Andalouse. ¿Cuáles son las vuestras?
¡Feliz día, mis erasmusflanderos!
Me llamo José Pablo Tirado, soy de un pequeño pueblo de Jaén, Mancha Real, y en estos momentos, mi ERASMUS ha llegado a su fin. Hablo concretamente de mi erasmus académico, porque el sentimiento de esta experiencia te acompaña toda la vida. Sin embargo, no todavía me despido de esta ciudad, mi ciudad, Bruselas.
Hace aproximadamente un año opté por intentar involucrarme en este proyecto: ErasmusEnFlandes. Tras un tiempo, me comunicaron que había sido seleccionado para ser corresponsal durante los meses de verano (Julio y Agosto), junto con mi compañera, Lucía. Al principio, uno no sabe que pensar. Las dudas, el idioma, la residencia, los estudios, las convalidaciones, el miedo a volar, el miedo a cambiar… Un sinfín de cosas que hacen a uno estremecerse. ¡Para añadir encima otra «tarea» más! ¡Ya no sabes que pensar!
Calma. Respira. Mira todo lo que has superado, mira todo lo que has conseguido. Da un paso hacia delante y salta. Salta hacia esta experiencia.
Tras un año de experiencias mágicas, el verano llega. Es entonces cuando mi papel en ErasmusEnFlandes comienza. Hoy publico mi primer post. Durante estos dos meses, iremos juntos de la mano para aprender, valorar, experimentar, sentir y disfrutar de lo que es pasar un verano en esta maravillosa región. A través de este blog podréis seguir en primera persona las actividades y eventos culturales, gastronómicos, deportivos, musicales, etc. Os animo a estar actualizados y seguir el blog periódicamente: si algo tiene la región de Flandes y Bruselas, es la SORPRESA. Solo basta salir a la calle, no importa a qué hora del día, para encontrarse con un escenario cerca de la Bolsa, una actuación en la mismísima Grand Place, o puestos de comida ambulantes (FoodTruck) en el centro de Mont Des Arts.