Ai Lovaina, Lovaina.. al llegar a Bélgica, esta pequeña ciudad será tu primer amor. Lovaina está llena de lugares muy muy especiales y hoy vengo a destacaros uno en particular: Eikstraat.
Eikstraat es sin duda alguna, una de las mejores calles para tener un encuentro especial, realmente es una calle bastante pequeñita pero vuelvo una y otra vez con lo mismo: en el pote pequeño está la buena confitura.
En este pequeño espacio encontraréis restaurantes de lo más especiales, de los de copa de vino a la luz de las velas, eso sí, con una posterior factura que acabará con bastantes ceros de vuestras cuentas así que bebed mucho vino para aliviar el daño.
Lo más especial, es que en la salida de esta calle te encuentras sin esperarlo con el ayuntamiento y os aseguro que en el momento en que levantéis la mirada del suelo y os encontréis con semejante monumento, os recorrerá un cosquilleo por el cuerpo acompañado de un “black out” mientras con la boca abierta de asombro admiraréis cada uno de sus detalles. Es como cuando paseas por L’Eixample en Barcelona y de repente te chocas con la Sagrada Familia, uno de los mejores encuentros..