BRAFA es la Feria de Arte de Bruselas (Brussels Art Fair) que se celebra a finales de enero y principios de febrero. Al ser una de las primeras ferias de Arte que se realiza durante el año, dicen que sirve como termómetro del mercado del arte anual. BRAFA se caracteriza por su eclecticismo: se puede encontrar desde arte contemporáneo hasta antigüedades de hace 5000 años. Los organizadores se orgullecen de haber implantado un proceso de selección y garantía de sus piezas (vetting) que garantizan que todo lo que se vende sea auténtico arte.
El ambiente es agradable y el sitio (Tour&Taxis) bastante bonito, a 20 minutos del centro. Lo divertido de asistir a una feria de arte como esta es ver cómo funciona el mercado artístico actual. No solo hay turistas y curiosos como yo, también está lleno de señores con maletines que quieren especular con arte étnico de hace miles de años.
Si tienes en el bolsillo dos millones de Euros, puedes salir con un Miró, un Rubens, un Magritte o un dogón de Bandiagara de Mali, de la galeria catalana Guilhem Montagut. Si no tienes esos dos millones, miras. Se me hace estraño pensar que las obras de arte son un activo económico, una inversión y un valor refugio para los especuladores. Por otro lado, nos deberíamos preguntar si el valor artístico de las piezas es tan grande como su valor económico, y qué relación tienen los museos y las instituciones con el mundo de las ferias de arte. Porqué visitar un solo museo si puedes ir a todos a la vez en BRAFA? 😊