Érase una vez un gigante llamado Antigoon que vivía en un castillo en la orilla del río Escalda y cobraba un peaje a todo aquel que quería pasar por sus aguas. Este gigante, tenía amenazada a toda la ciudad por su gran tamaño y crueldad. A todo aquel que no pagaba el precio fijado, le cortaba la mano y la lanzaba al río. Un día, un soldado romano llamado Silvius Brabo se enfrentó al gigante y venciendo en la batalla, le cortó la mano y la lanzó al río, quedando la ciudad liberada para siempre de aquel tirano.
Esta es la leyenda que da nombre a la ciudad de Amberes, en flamenco Antwerpen (ant = mano, werpen = lanzar). Por la ciudad pueden verse estatuas del gigante y manos enormes que representan esta historia.
De entre todos los monumentos dedicados a ella, el más conocido es la fuente de Brabo, situada en Grote Markt (la plaza del mercado). En ella, Bravo sostiene la mano del gigante de la que sale un chorro de agua. Fue construida en el siglo XIX entre gran expectación de los habitantes y desde entonces, es foto obligada para todo el que la visita.
Esta es una de las muchas historias que aprendí ayer en mi primera vuelta por el centro de la ciudad. En cada rincón hay algo en lo que detenerse, así que ya os iré contando poco a poco más detalles de cada uno de ellos.
MARÍA
¡Hola a todas y todos! Soy Abel Corsino, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid y durante los próximos meses vamos a vivir juntos la maravillosa experiencia de adentrarnos en la cultura flamenca. Pretendo mostrar las fascinantes calles por las que paseaban los maestros flamencos y todo su legado, conquistar vuestro paladar con la gastronomía belga, enseñaros los paisajes más recónditos de Limburgo y que os enamoréis, como yo, de cada rincón de esta región.
Me faltan unos días para comenzar esta aventura. Mi primera parada será la ciudad que me acogerá durante estos cinco meses: Hasselt, en Limburgo. Tengo muchísimo cariño a esta provincia porque será en la que pase el mayor tiempo de mi Erasmus y siento que tiene un millón de sitios que merece la pena explorar, pero no me olvidaré de que Amberes tiene maravillas arquitectónicas y de la gran relación que tiene esta ciudad con el arte.
En cuanto a mí, para que me conozcáis un poco más, os puedo decir que soy muy cinéfilo, me encanta perderme por cualquier sitio y soy adicto al hummus. Lo del hummus parece irrelevante, pero de verdad que no puedo subsistir sin hummus. Si queréis saber cómo empezó todo esto y cómo este servidor os está revelando su adicción al hummus, os dejo mi vídeo candidatura para ser Corresponsal Erasmus. Espero que os guste el vídeo y que estéis tan entusiasmados como yo por descubrir Flandes
10 comentarios
Que tío más malo!! jeje Pero la plaza es relamnete bonita!
Espectacular¡¡¡¡
La fuente de Bravo!!!! que bien, suena como en los buenos espectáculos!!!! BRAVO!!!!
Si! Era un soldado romano Silvius Bravo, aunque no sé exactamente cuanto tendrá de verdad y cuanto de leyenda jiji
Donde está por aquí el botonsito de «me gusta» … jejeje
Qué bien!! Cuando vaya me va a sonar mucho. Suerte que eres nuestra corresponsal. Me gusta.
La fuente de la segunda foto es chulisima!sabes si en verano la gente se refresca alli?
Pues realmente no lo sé pero es posible. Me gustó que el agua que cae de la fuente no va a parar a un recipiente de agua como estamos acostumbrados sino que cae en la calle que está en pendiente y se recoge por un sistema de alcantarillado que apenas se ve, le da un aire mágico.
Señores, que el soldado romano se llama Silvius Brabo ¡Brabo con B! Como dice Rafael a nosostros nos recuerda a nuestra expresión ¡Bravo! y de ahí la confusión 😉
Me ha encantado la leyenda y por supuesto las fuentes y los majestuosos edificios.
Gracias por enseñarme tanto, me está gustando mucho tu trabajo.
Un saludo.