ERASMUS EN GANTE: ¿RESIDENCIA O PISO?

Irse de Erasmus es la cima de la montaña rusa estudiantil. Lo que no te cuentan es que, entre subidas y bajadas, uno se topa con un buen número de decisiones por tomar. Decisiones que harán que el rumbo de tu vagón cambie completamente.

Y es que uno tiene que empezar a decidir desde muy temprano, y eso es complicado. Una de las primeras dudas que le surgen a todo estudiante Erasmus es: «¿residencia o piso?«. Desgraciadamente, no existe una única respuesta correcta. Cada destino tiene ofertas diferentes y cada persona tiene preferencias propias. Con lo cual, la única ayuda que puedo prestar es, simplemente, plasmar mi punto de vista en base a mi experiencia en Gante. Así que allá va.

RESIDENCIA

Gante cuenta con numerosas residencias de estudiantes. Aquí os dejo un post que menciona las más importantes y da una idea de lo que ofrece cada una de ellas.

Lo cierto es que las residencias son la opción más popular entre los Erasmus en Gante ya que sus aspectos positivos son numerosos. Por ejemplo:

1. Socialización: Estar rodeado de otros estudiantes conlleva, irremediablemente, hacer amigos.
2. Ambiente multicultural: Normalmente, una residencia incluye estudiantes de diversas nacionalidades, lo cual significa descubrir nuevas culturas.
3. Precio: La cantidad a pagar por una residencia suele ser un poco más baja que por un piso.

PISO

Los kots, como son llamados en Bélgica, a pesar de ser la opción minoritaria, siguen siendo la elección de muchos. Y es que sus aspectos positivos frente a las residencias no se quedan atrás.

1. Independencia: El número de personas con el que se comparte el piso es mucho menor que el de una residencia. Y, en la mayoría de los casos, uno también tiene su habitación propia. Debemos valorar esos momentos en los que uno quiere estar «a su bola».
2. Tranquilidad: A menos gente, menos movimiento y menos ruido.
3. Amplitud: Por lo general, en un piso tendrás más amplitud que en una residencia, donde el espacio suele ser un poco justo.

MI ELECCIÓN Y REFLEXIÓN

Personalmente, escogí la Halls of Residence de la Universidad de Gante. Habitación y baño propio, cocina compartida por planta (unas 30 personas) y una sala común para toda la residencia. No fue una mala elección; pero, de vez en cuando, se echa de menos algo de independencia y amplitud. Como un gran punto positivo, la ubicación no puede ser mejor. Está muy cerca de la mayoría de los campus de la universidad y de Overpoortstaat, la calle de fiesta universitaria por excelencia.

En definitiva, si tuviera que reelegir alojamiento, trataría de darle más vueltas a la opción de un piso. Los pros y contras de ambas opciones están más o menos igualados y, si encontrase algo con buena relación calidad-precio, posiblemente escogiese la independencia, tranquilidad y amplitud por encima de la socialización y el ambiente multicultural. Al final, estos últimos factores ya forman parte de cualquier experiencia Erasmus y los vas a encontrar de una manera u otra.

En fin, que no te preocupes. A pesar de la complejidad de esta montaña rusa, no deja de ser eso, una atracción cuyo principal objetivo es dejarte sin aliento.

OS ESPERO EN EL PRÓXIMO POST: Buses «Pitufo» en Gante

Raúl Cendegui

Os invito a este extraño lugar. Aunque las visitas no son frecuentes, haremos de esta ocasión la excepción que confirma la regla. Bienvenidos a mi cabeza.

Seguidme, os llevaré a un sitio muy especial. Normalmente, tras esta puerta pintada de colores, uno puede toparse con espaguetis flotantes, junglas de pingüinos o ciudades invisibles… A decir verdad, la mayoría de las veces, ni siquiera yo mismo estoy seguro de lo que me espera al girar el pomo. De todas formas, hoy podéis estar tranquilos. Hoy sí sé lo que hay al otro lado:

Al otro lado está Gante. Y sus calles adoquinadas, clones en bici, música abstracta, dinosaurios, idiomas alienígenas, hechizos y, dentro de esta normalidad, infinidad de locuras.

Lo más seguro es que si os dejase sueltos por este lugar, acabaríais majaras. Como no queremos eso, os lo voy a enseñar poco a poco, durante cinco meses.