Brujas es una de las ciudades más bonitas de Flandes por lo que al poco tiempo de llegar a Amberes, nos fuimos de escapada a esta preciosa ciudad.
Al llegar a una ciudad nueva, lo que más me gusta es recorrerla sin rumbo fijo, pasear por sus calles y sus plazas, descubrir los lugares más importantes y transitados, pero también sus rincones más escondidos, y sobretodo, conocer todas las curiosidades que esconde la ciudad.
Lo más bonito de Brujas, sin duda, es su casco histórico medieval, con las calles de adoquines, las iglesias de piedra, los arcos de ladrillo, los canales serpenteantes… Es el ejemplo mejor conservado y fue nombrado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el 2000.
Brujas es conocida como “la Venecia del norte”, debido a la gran cantidad de canales que atraviesan la ciudad y su encanto. De hecho, su nombre en neerlandés es Brugge, que significa puentes, por los múltiples puentes que existen en la ciudad para cruzar todos los canales.
Hay uno en concreto, el Bonifacius Bridge, al cual se le llama también el puente de los enamorados y que hay que cruzar en menos de 20 pasos porque si no tendrás mala suerte en el amor.
Justo al lado de este puente, está el palacio Gruutuse, la residencia de una de las familias más importantes y adineradas de Brujas. Esto se debe a que las casas que daban a los canales eran mucho más caras que las que daban a la calle, ya que antiguamente se tiraba la orina por la ventana. Además, es la única casa que tiene acceso directo a la Iglesia de Nuestra Señora de Brujas y si te fijas bien en las paredes de este palacio podrás encontrar la ventana gótica más pequeña del mundo.
En esta iglesia, se esconde la única obra de Miguel Ángel que salió de Italia mientras él vivía. Se trata de la “Madonna”, escultura hecha en mármol de Carrara, la cual fue encargada por un comerciante rico flamenco, Jean Mouscron.
En la plaza que forman la casa y la iglesia se halla la estatua de Juan Luis Vives, rindiéndole homenaje. Este importante pensador y humanista español, pasó en la ciudad más de la mitad de su vida y con sus ideas, mejoró la educación, la psicología y la filosofía, tanto en Brujas como en toda Europa.
No muy lejos de allí, se encuentra el Hospital de San Juan, uno de los más antiguos que existen en Europa y que actualmente alberga el Museo Memling, museo del antiguo hospital y su farmacia.
Brujas, a pesar de ser una ciudad muy turística, también tiene rincones preciosos no muy conocidos donde realmente puedes disfrutar del encanto de la ciudad.
Uno de ellos es un pequeño jardín interior, muy cerca del Hospital de San Juan, alrededor del Hospicio de Godshuis Spanoghe. La entrada está situada en la transitada y turística calle Katelijnestraat, atravesando un callejón, sin embargo, una vez estás ahí, parece que entres a un oasis de tranquilidad.
Como podéis ver, Brujas está llena de historia y curiosidades que comparte con las demás ciudades flamencas pero también muchas otras que la hacen única.
Soy una de las 7.500 millones de personas que vive en el mundo. Una a la que le encantaría descubrir todo lo que hay en él, ya que me apasiona viajar y conocer todo aquello que me rodea. Además, viajar me permite disfrutar otras de mis pasiones, la gastronomía y la arquitectura.
Mi aventura en esta ciudad no empieza aquí, comenzó el 17 de septiembre, y, desde entonces ha sido un no parar de descubrir, de ver, de viajar, de aprender, de fotografiar, de sentir, de vivir…
Después de casi 5 meses viviendo en Amberes, espero que mi experiencia pueda serviros de ayuda tanto a los que vais a venir, como a los que ya lleváis aquí un tiempo como yo, dado que, a pesar de haber conocido gran parte de esta maravillosa ciudad, siempre hay cosas nuevas que descubrir, pero también, otras ya conocidas que redescubrir.