Todos conocemos Brujas, Gante, Amberes… pero ¿cuántos de vosotros conocéis Malinas (o Mechelen, o Malines)?
Malinas es una pequeña ciudad entre Bruselas y Amberes, en concreto a media hora de la Gare Centrale de Bruselas, con trenes cada media hora aproximadamente. Es ideal para pasar un día tranquilo, pasear y huir un poco del agobio de las grandes ciudades.
Al principio, cuando te bajas de la estación, la verdad es que parece que Malinas no tiene nada de especial. Sin embargo, cuando te acercas al centro, todo cambia: verás una de las catedrales más impresionantes de Bélgica, y lo mismo con la Grote Markt.
Desde la estación de trenes, lo primero con lo que te vas a encontrar va a ser con el Palacio de Margarita de Austria y sus jardines. Y es que la reina vivió en Malinas durante una época, y aquí crió a su sobrino y futuro emperador Carlos V.
Si sigues por la Befferstraat llegarás al Grote Markt. Este paseo es muy agradable, las casas son preciosas, y es una de las principales tiendas comerciales de la ciudad.
Desde aquí verás la catedral, que es en mi opinión lo más espectacular de esta ciudad. Es la Catedral de Sint-Rombouts, que tardó unos 300 años en construirse, de estilo gótico y con una torre de unos 97 metros de altura.
Toda esta zona es el centro de la ciudad, que, como todas las ciudades belgas que he visto ahora, merece la pena ver paseando tranquilamente. En Malinas destacan las grandes iglesias de estilo gótico sin ninguna duda.
De la Grote Markt sale la calle Ijzerenleen, otra de las calles principales de la ciudad, que te lleva a la zona del río de Malinas.
Para que os hagáis una mejor idea de lo mona que es esta ciudad, os dejo un vídeo, espero que os guste:
À bientôt!
Soy María Ballesteros, vuestra nueva corresponsal en Bruselas. Estudiaré cuarto de Traducción e Interpretación en la Haute École Francisco Ferrer (HEFF) hasta (mínimo) febrero. El amor de mi vida son los viajes, y por eso hace un año más o menos decidí que quería pasar una buena temporada fuera de España, conocer otro país y gente nueva y vivir una experiencia inolvidable. ¿Y qué mejor que una beca Erasmus?
Desde el principio lo tuve claro; quería que mi destino fuera Bruselas. ¿Por qué? Porque es la capital europea por excelencia, está en el centro de Europa y te permite viajar barato a muchísimos sitios, es muy cosmopolita, allí nadie es extranjero, tiene un ambiente inigualable, está lleno de estudiantes universitarios (especialmente Erasmus)… y paro ya, que si no, no acabo nunca. No quería otro destino y al final, después de mucho papeleo, aquí estoy!