Me gustaría empezar este post diciendo algo muy importante…¡TIENEN COLA CAO! Ahora bien, voy con ello. Hay una tienda en Zirkstraat 34 que me ha hecho exclamar eso. Se llega fácil desde la oficina de turismo de Grote Markt; hay que subir y girar en la 2ª calle a la derecha (por cierto, la oficina está en obras y ahora se encuentra en los bajos del ayuntamiento). Se trata de “El Valenciano”, un establecimiento sobradamente conocido por los inmigrantes españoles y latinos de la ciudad, pero desgraciadamente, casi desconocido para los erasmus.
Con un patio típicamente mediterráneo, la mansión es hermosísima, sobre todo en verano. Hay una higuera (de Tierra Santa, a todo esto), objetos de cerámica, sartenes, paelleras, bodegas, una tienda de alimentación y una zona con mesas para tapear. En los meses cálidos, se abre la zona del restaurante e incluso se prepara horchata.
En la tienda…bueno…se os pueden saltar las lágrimas. Aceite, embutido, legumbre, sardinillas, verduras en conserva, horchata, vino, cava, cerveza, especias, bollería, todo lo que os podáis imaginar. Teniendo en cuenta que son productos de importación, los precios son más caros que en España, pero sin embargo parejos o incluso más baratos que los homólogos que podemos encontrar en cualquier supermercado belga. Mirad sino el aceite de oliva o los chorizos, por poner algunos ejemplos. De verdad, a 2 minutos de la Grote Markt. Pasad un día.
En este sitio se ofrecen también clases de castellano, espectáculos de flamenco, y se alquila la zona de tapas para fiestas privadas.
La historia de este lugar comenzó hace casi 100 años, cuando Víctor Bernad, natural de Burriana, se trasladó a Amberes para vender naranjas primero, y más tarde productos “medicinales”, como vino de Málaga que se utilizaba como tónico o aceite de oliva, ideal para hacer pomadas. Con el éxito en ventas, se trasladó con su familia a esta céntrica mansión, con espacio suficiente para guardar sus vinos. El señor Bernad fue uno de los grandes impulsores de la Cámara de Comercio Española en la que su familia sigue ocupando importantes cargos. Su tienda pronto se hizo famosa y querida en Amberes, ofreciendo degustaciones de vino el día de la boda de los reyes de Bélgica o negándose a colaborar con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Por si fuera poco, el lugar es además consulado honorífico español. Siempre es bueno saber a dónde acudir si se tienen problemas. Lo dirige Carmen Bernad, galardonada por Alberto II de Bélgica con la Orden de Leopoldo I y nombrada Dama del Mérito Civil español por Juan Carlos I de España. Toda una personalidad en cuanto a tender puentes entre España y Bélgica, y sin embargo, una abuela en el mejor sentido de la palabra para cualquier erasmus español que se deje caer por aquí.