Como casi cualquier otro país, Bélgica tiene una serie de atractivos gastronómicos propios de sus tierras. Para los más bisoños, prestad atención a lo que vuestros estómagos encontrarán en este pequeño reino. Y es que, la Belgique es gourmande.
Chocolate.
En eterna rivalidad con Suiza, el chocolate belga está en la primera división mundial, con establecimientos exclusivos orientados sólo al chocolate, cantidad de marcas de calidad como Leónidas, Côte d’Or, Godiva o La belgique Gourmande e inventos propios del país como el praliné, típico de Brujas, o los cuberdoons de Gante. Por cierto, he visto en alguna tienda hay ajedreces de chocolate. Espero que el rey sea el mejor bombón para que motive hacerle jaque mate.
Cerveza
¿Quién no ha oído hablar de la cerveza belga? Aquí es una auténtica cultura, tanto a modo de vermut, como en las reuniones cotidianas, como obsequio y como la bebida estrella en las noches de fiesta. La cantidad de marcas y tipos es mareante: hay más de 450 variedades. En cada pueblo hay una marca mínimo. Huelga decir que 6 de los 9 monasterios de monjes trapistas que fabrican cerveza, se encuentran en Bélgica.
Gofres
Aquí tenemos el famoso gofre belga y el gofre de Lieja (más denso y consistente, generalmente con caramelo). Se encuentran en cualquier puesto callejero, bien sea con chocolate, con nata, con azúcar o con frutas. ¡Imposible no comerlos!
Quesos
Con 80 variedades (más que Francia, Suiza y Holanda juntas, y eso que suelen llevar la fama), el delicado queso belga es otra comida a tener en cuenta. Existen cinco tipos: queso con vetas azules, queso medio duro, queso duro, queso fresco y queso blando. Una vez aquí, os sonarán marcas como Rochefort, Limburger, Passendaele, Lo, Damme, Wijnendale, Beauvoorde o Floreffe.
Mejillones
Aunque hay otros, el plato más famoso de Bélgica es seguramente la ración de moules o mejillones. Aquí se comen en cantidades industriales y las raciones suelen ser generosas (1 kg es normal). Por supuesto, siempre servidos en una cazuela doble con dos asas.
Patatas fritas
Otra de las cosas que los belgas tienen por forma de vida. En puestos o en establecimientos cerrados, sea de día o de noche, seas joven o viejo, si eres belga comerás patatas fritas con su salsa correspondiente. Es raro que las preparen en casa.
Ginebra
Otra bebida típica. Las especias que se utilizan para aromatizarla varían de región en región, lo que hace que cada marca tenga un sabor único. También se utilizan frutas, vainilla y chocolate. La ciudad ginebrera por excelencia es Hasselt, en la provincia de Limburgo. Cuenta con un museo dedicado en exclusiva a esta bebida y en octubre se celebran las fiestas de la ginebra.
Y ya para terminar, no hay que olvidarse de platos como los espárragos a la flamenca, las croquettes aux crevettes, el pastel de arroz, el speculoos, los stoofvlees, las endivias rellenas y un largo etc.