La navidad llega antes a Bélgica que a otros países, y Bruselas es una de las mejores ciudades para vivir de primera mano esta fiesta. Aquí podrás ver nieve de verdad, disfrutar de la magia de la época y pasear por una auténtica ciudad de navidad. Pero…¿Queréis saber que podéis hacer durante estas navidades?
Bruselas es una ciudad llena de posibilidades durante todo el año, pero éstas aumentan cuando llega la navidad, pues se convierte en un lugar de película. Las calles están llenas de luces, La Bolsa, La Catedral, El Ayuntamiento…Todo queda iluminado durante la noche. El frío tan odiado acompaña a esta estampa navideña y saca a la calle los puestos de vino caliente y de caracoles.
Una de las primeras cosas que se puede hacer al llegar a Bruselas en navidad es visitar el árbol del Grote Markt (Grand Place). Este año prima la originalidad ya que es un árbol metálico, hecho con andamios de hierro, pantallas de luz y proyectores.Al caer la noche, cada media hora hay un espectáculo de luz y sonido que tiene como escenario toda la plaza y como “actor principal” al árbol.
Justo al lado del árbol, hay un gran Belén de navidad. Un pesebre con todos los detalles. Es a tamaño real y por la noche está iluminado también.
¿Cómo llegar? Metro: Paradas De brouckère o Gare Central.
Justo al lado de la bolsa hay un pequeño mercado de comida y de regalos. Pero es el mercado pequeño de navidad. Aquí podréis degustar vino caliente (muy típico de aquí), caracoles, gofres, crepes, almendras garra piñadas….¡de todo!
Sin embargo el verdadero mercado de navidad se sitúa en la plaza de santa catherine. Es un mercado con centenares de casetas donde podrás comprar todo lo que te puedas imaginar: desde detalles de navidad hasta prácticos gorros o zapatillas calentitas.
Por si esto fuese poco, justo en medio del mercado han instalado una gran pista de patinaje sobre hielo. El precio es de 10 euros y el tiempo es ilimitado. Para los más pequeños tienen una zona aparte en la que les enseñan a patinar.
Sin embargo, lo que más llama la atención es el Tiovivo. Es el típico carrusel antiguo con música clásica pero con un toque modernista en los animales para subirse. Hay cisnes y dragones y los niños pueden mover las alas e interaccionar con ellos.
En a la otra parte del mercado está la gran noria de navidad. Podrás ver toda Bruselas desde las alturas…pero tienes que ser valiente porque desde allí arriba el frío debe de congelarte hasta las pestañas.
Algo curioso es que aquí no se celebran los reyes magos. Aquí está la tradición de Sinterklaas y Pedrito el Negrito. Se celebra la noche del 5 al 6 de diciembre y deja regalos a los niños que se han portado bien. Además otro detalle es que los niños van a la escuela. No como en España que el día de reyes es festivo. Según me han contado, Sinterklaas y Pedrito el Negrito (su ayudante) vienen desde España a traerles juguetes a los niños buenos. Y os preguntaréis…¿Desde España? Sí, en realidad San Nicolás “proviene” de unos territorios que pertenecían a España y que ahora ya no. Por lo que la tradición cuenta que El Papá Noel Belga en realidad es español y llega en un barco de Vapor a traerles los juguetes.