Por fin he visitado Malinas, esa ciudad por la que había pasado tantas veces en tren en los viajes de Amberes a Bruselas y viceversa. No obstante, aún no me había decidido a visitarla, aunque tenía muchas ganas, porque por lo poco que podía ver en el trayecto en tren me parecía un lugar con mucho encanto, con esa gran torre de fondo asomando entre las casas. Una noche, al volver a casa tras dar un paseo por Bruselas, nos paramos en la estación de Malinas o como se llama en ducht “MECHELEN”.
Era domingo y un poco tarde, por lo que las calles se encontraban bastante vacias y no se escuchaba ni un ruido, todo con una tranquilidad un tanto inquietante. Según fuimos avanzando nos encontramos en medio de Grote Markt donde lo primero que te llama la atención es la gran torre de la Catedral de San Rumoldo, iluminada con unos azules oscuros y turquesas que le daban un dramatismo muy especial. Tenía algo que te hacía no quitarle los ojos de encima, así que estuve un buen rato admirando cada uno de los miles de detalles que tiene, y no es para menos porque la torre es patrimonio del mundo por la UNESCO. Grote Markt además de la torre y estar rodeada de numerosos edificios históricos también cuenta con la estatua de margarita de Austria, gobernadora de la ciudad en el periodo borgoñón.
No tuve tiempo de ver mucho más porque ya solo quedaba un último tren para volver a Amberes, pero en el pequeño paseo que pudimos dar comprobamos que Malinas es una ciudad cargada de historia y a la vez un lugar moderno donde muchos edificios más modernos rodean el canal además de una gran cantidad de tiendas muy especiales. Todo ello decorado con motivos navideños que le daban un aspecto de cuento.
Una ciudad a la que me gustaría volver y visitar con más calma otros puntos de interés, como la iglesia de San pedro y San Pablo, la iglesia de San Juan que cuenta con majestuosos cuadros de Rubens, además del famoso museo del juguete del que tan bien me han hablado. Pero como adelanto os muestro algunas de las fotos que hice esa noche tan especial y un pequeño vídeo. ¡Espero que os guste!
Soy Andrea, una asturiana que vive en la calurosa isla de Tenerife, y durante los próximos meses seré ¡la nueva corresponsal Erasmus en la ciudad de Amberes!
Nunca me había planteado seriamente el tema de solicitar una beca Erasmus, sin embargo, tuve una corazonada, y supe que me iba a venir muy bien salir al extranjero en mi último año de Bellas artes y que seria una experiencia muy enriquecedora.
A pesar de estar estudiando diseño durante los tres últimos años, la fotografía de moda es mi pasión, por lo que fue toda una sorpresa ver que en mi universidad se ofertaba como destino la ciudad de Amberes, conocida por ser una ciudad moderna y cosmopolita donde la moda y el diseño ocupan un lugar muy importante. La gente me había hablado maravillas de la ciudad y no tardaron mucho en convencerme, así que después de mucho trámite y papeleo ¡por fin estoy aquí!