En los tiempos que corren se hace difícil encontrar lugares respaldados por un motivo de causa, que nazcan de la ilusión y la esperanza y con unos objetivos definidos por los que luchar. Ette Ibibio los cumple.
Este restaurante de exquisita comida africana destina todos sus beneficios a la ONG Ette Ibibio, cuyo propósito es el desarrollo de las zonas más marginadas y rurales de Nigeria, centrando su labor en la tribu Ibibio, donde la superstición reina entre sus aldeanos. El dueño del local se hace llamar “padre” o Ette en la lengua Ibibio, y no sólo por sus seis hijos, sino padre de su pueblo, de su región a la que ya ha ayudado con escuelas, hospitales, nuevas áreas de estudio, etc.
Como todo gran proyecto, éste también surgió de la ilusión y motivación. En concreto fue la tía del dueño la mecha que prendió la llama cuando hace más de 20 años murió de cáncer por falta de información, instalaciones, cuidados e infraestructuras. En ese momento, Ette vio la necesidad de moverse por su pueblo, de mejores hospitales y educación de calidad, de investigación y conservación de los monumentos históricos, de justicia y paz y emprendió su viaje hacia Europa con una idea clara: ayudar a los suyos.
Cuando algo se sueña con intensidad, no tarda en cumplirse. Así, en el año 1998 aparece Ette Ibibio dando sus primeros frutos pocos años después. Entre sus logros cabe destacar la reconstrucción de varios colegios, donación de material escolar, campañas de sensibilización sobre el sida, la prevención del cáncer y cuidados médicos básicos, la introducción del bloque científico en la escuela de la zona, la construcción de pozos cercanos a los poblados así como la creación de lazos entre el pueblo africano y Bélgica, habiendo conseguido que múltiples políticos, investigadores y científicos hayan visitado la zona con el fin de colaborar.
Uno de los afiliados al propósito compartió el delicioso pollo con yuca (no nos atrevimos con la carne de cocodrilo ni jirafa, entre bromas de Ette) mientras nos contaba los dos viajes a Nigeria y sus futuros objetivos con la asociación. Alex, astrónomo alemán, ha conseguido que una de las nuevas constelaciones descubiertas tenga el nombre de Slessor, la misionera escocesa que acabó con el abandono de los niños gemelos en Ibibio por causas supersticiosas. Actualmente trabajan por conservar su legado y que pertenezca al atractivo turístico de la región.
Con precios sociales que no superan los 15€ por cubierto y un menú más que variado (sin olvidarse de los clientes vegetarianos), Ette Ibibio nos invita a acercarnos un poco más a la cultura africana tropical y conocer en persona la historia de un héroe para el pueblo Ibibio. Además, una vez al año organizan las “Unity Nights”, donde científicos, catedráticos y políticos entre otros comparten información e ideas sobre el desarrollo y la cooperación en estas zonas, sin que falte la música y los posteriores bailes. Este año el acontecimiento se celebrará en octubre. Para más información sobre su labor, aquí tenéis su página web.
Ette Ibibio os espera con un generoso plato de comida nigeriana en el número 104 de la calle Zwijnaardsesteenweg.
¡Qué bonito es saber que tus gastos se destinan a buenas causas! ¿verdad?