Conocida como la ciudad de la moda de Flandes y mundialmente por sus diamantes, en Amberes se respira un ambiente cosmopolita y estudiantil. Con un tamaño adecuado para recorrerla a pie, dicen que es posible llegar hasta el centro de la ciudad desde la impresionante estación central en unos 20 minutos. Aunque esto es un mito.
Para llegar hasta la Grote Markt el camino más popular es recorrer la calle Meir, 500 metros de escaparates que harán que tu idea inicial de madrugar para ver la ciudad se desvanezca entre bolsas y tickets de compra. Si te desvías en esta calle hacia la izquierda, darás con la Rubenshuis, la casa museo de Rubens. Un auténtico palacio con un patio interior que refleja cómo era la vida de este influyente pintor de la escuela Flamenca.
Amberes es ciudad de estudiantes, la mayoría se reúnen por la zona de Ossenmarkt en donde casi a cualquier hora del día puedes encontrar bares y terrazas con buen ambiente, llenos de grupos de universitarios y como no, de Erasmus. Imprescindible también es la visita al M.A.S, un museo inaugurado hace apenas un año con exposiciones sobre la ciudad de Amberes, otras temporales en los pisos superiores y una gran terraza panorámica en la azotea del edificio con unas vistas impresionantes de la ciudad.
Soy Guillermo García, el nuevo Corresponsal Erasmus durante el segundo cuatrimestre. Tengo el placer de tomar el relevo a María, quién nos ha ido contando sus experiencias desde Septiembre a hasta Febrero. Desde ahora y durante unos meses, iré relatando aquí mis aventuras, viajes y experiencias en la región Flandes. Haré todo lo posible para que las entradas os resulten atractivas, útiles y curiosas para descubrir y visitar todos los rincones de la región de Flandes.
Mi aventura en este país comenzó en Septiembre del 2011, cuando me trasladé a Bruselas para realizar mis estudios de Biología en la Vrije Universiteit Brussel dentro del programa Erasmus. Para los que acabáis de aterrizar aquí, decíos que en Bruselas hay una gran cantidad de ofertas en cuanto al alojamiento, los kots y pisos compartidos son los más populares, pero también hay varias residencias en el centro de la ciudad y en los campus universitarios. A principio del curso, tuve la oportunidad de realizar un curso intensivo de Neerlandés que me sirvió, entre otras cosas, para poder pedir en los bares, como si fuera un local (o intentarlo), y para no perderme en el metro los primeros días. Ahora, ya no me considero un recién llegado, y trataré de contaos curiosidades y todo lo que me llame la atención de las distintas ciudades que visitaré durante estos meses.