Aprovechando el espectacular tiempo soleado que ha estado haciendo estos días, decidimos coger las bicis y aventurarnos hacia un pequeño pueblo a las afueras de Brujas, llamado Loppem. Este se encuentra a tan solo ocho kilómetros en dirección sur.
En coche se puede llegar fácilmente tomando la carretera N397 desde la estación. Nosotros al ir en bici, decidimos mejor ir callejeando por las urbanizaciones. Así pudimos disfrutar de los diferentes estilos arquitectónicos de las viviendas residenciales.
De camino, cruzamos zonas de amplios pastos verdes, vimos diferentes cultivos, establos con caballos, ovejas pastando, patos en los pequeños laguitos… En total tardamos una media hora en llegar hasta el pueblecito.
Park & Kasteel van Loppem
Habíamos decidido ir hasta allí, para visitar un precioso castillo neo-gótico que fue construido en 1856. Allí vivia el Baron Charles van Caloen y su mujer Countess Savina de Gourcy Serainchamps. A día de hoy, tanto la arquitectura exterior como el interior del Castillo, se conservan tal cual fueron. Y este sigue perteneciendo a la familia, la cual se encarga de su gestión.
Ahora mismo, la visita al interior se encuentra cerrada. Sin embargo, aún se puede pasear por los alrededores y disfrutar del paisaje. A los pies del castillo se encuentra un enorme lago, donde habitan numerosos peces y elegantes patitos. Alrededor de este, se abre un espeso bosque donde los pájaros, desde las copas de los árboles, cantan preciosas melodías de manera armónica.
En situaciones normales, el castillo además se puede reservar para eventos, banquetes y bodas, a través de su página web http://www.kasteelvanloppem.be/en. Nosotros esta vez, nos conformamos con observarlo desde fuera, imaginándonos que historias de caballeros, nobles y reyes pudieron presenciar aquellas paredes…
Mi nombre es Luna, tengo 20 años y vivo en Madrid. En general soy una apasionada de la vida, de los viajes, el arte, la música, el baile, el surf, el mar, la escalada… todo lo que suponga una aventura para mí siempre será un SÍ.
Este semestre mi aventura comienza fuerte: me he mudado a Brujas ¡La ciudad de ensueño! Y aunque apenas lleve aquí una semana, os puedo asegurar que así es. Todas las calles están bañadas de un aura especial, casi mágica.
Recuerdo una de las primeras noches aquí, entre las vacaciones y la lluvia las calles estaban vacías. Paseando a la luz de las farolas, sentí como si me transportara a otra era… Los suelos empedrados, el musgo creciendo por las paredes de una gran iglesia gótica, cuyas vidrieras relucían con luz propia. Todo parecía salido de un precioso y enigmático cuento medieval.