Paso a paso vamos visitando cada vez más ciudades en Flandes. Esta vez le toca a una bonita ciudad de la región de Amberes. Su nombre es Malinas, y en dutch se llama Mechelen. Se encuentra a una media hora en tren desde Lovaina, y teniendo un Go Unlimited Pass a mano, es un crimen no visitarla!
Una de las peculiaridades de Flandes y de los Países Bajos es que, debido a su turbulenta historia y a su casi siempre floreciente economía, muchas de sus ciudades más importantes han sido grandes centros de poder, llegando a ser, muchas de ellas, capitales de la región durante algunos años. Esto le pasa a la ciudad de Malinas, que fue capital de los Países Bajos en el s. XV.
Pero bueno, llegada la hora de la verdad, cuando ponemos un pie fuera del tren aparece la gran duda:
¿Qué hacemos en esta ciudad durante unas pocas horas? Y más si estamos en invierno, pues en esta época del año el sol se pone “a la hora de la siesta”. Por eso debemos saber qué visitar de entre todas las opciones que esta bonita ciudad nos ofrece, y hacerlo sin que nos quedemos sin luz demasiado pronto.
1. Brusselsepoort
En pleno anillo de circunvalación de Malinas, se halla Brusselsepoort, la “puerta de Bruselas”. Como podréis ver, es una puerta en medio de una rotonda, recuerdo de las antiguas murallas que antes ocupaban el espacio de la circunvalación. Es una puerta ojivas del s. XIV, con dos grandes torreones a sus lados.
Dentro se encuentra el museo homónimo, sobre el origen y el desarrollo de la ciudad a lo largo de la historia. Es visitable todos los días de 13 a 17h.
2. Grote Markt
La plaza que constituye el centro de la ciudad se encuentra cruzando el río desde la estación de tren. Situada en el cruce de las principales calles, está rodeada de edificios góticos, renacentistas y barrocos.
Al este está su Ayuntamiento, antiguo palacio del consejo, construido en un estilo ecléctico. Su parte central, o antiguo mercado de la lana data del siglo XIV, mientras que su parte izquierda concuerda con los bellos ayuntamientos flamencos o góticos floridos.
En frente está Correos, donde estaba el antiguo ayuntamiento, y entre ambos, numerosos bares en bonitos edificios hacen de esta plaza un lugar idóneo para descansar.
3. Canal del río Dyle
Desde Grote Markt hacia el río todo son calles peatonales muy comerciales y concurridas. Además con su iluminación y las luces de las tiendas crean un ambiente muy especial.
Pero aún más especial es cuando cruzamos los puentes sobre el río Dyle y llegamos a la calle Haverwerf, que serpentea junto al canal y es la más característica de la ciudad. Con gran número de edificios antiguos, destacan los tres palacios junto a este puente.
El Het Paradijs, con bajorrelieves que tienen como tema el Edén, y la Casa de los Diablos, con esculturas de faunos sobre la fachada, acompañan a la casa de San José, de estilo barroco.
4. Catedral de Sint Rombouts
Por último, la catedral de Malinas es el monumento con el que finalizamos nuestra breve visita. Comenzada en el s. XIII, se terminó 3 siglos después… Aunque no está acabada del todo.
Tras un gran incendio en los 70 del siglo pasado, su interior se restauró por completo, dejando ver sus enormes dimensiones. La nave central está soportada por columnas adornadas con estatuas de los apóstoles y evangelistas. El púlpito, de estilo barroco del s. XVIII, es obra de van der Voort. Como de costumbre, en las capillas laterales y deambulatorio, hay numerosas obras de arte, como la Crucifixión de Van Dyck, mausoleos, y tumbas de arzobispos.
Aún queda mucho por visitar en Malinas, como ya iremos viendo. Para eso, lo mejor es seguir este blog, pues tendremos más Malinas y viajes en… #ErasmusLovaina