Con permiso de mi compañera en Amberes, os traigo una excursión bonita y de corta distancia que espero os anime a conocer una de las ciudades más famosas de Bélgica. Elegimos Amberes por la relevancia histórica de esta ciudad: uno de los puertos más importantes de Europa, la ciudad de origen de Rubens, su Museo Real de Bellas Artes… Amberes es una ciudad que tendréis que visitar antes de volver a casa.
Para ello nos equipamos del famoso mapa USE-IT de Amberes que siempre son un acierto, y del famoso GO-PASS que nos permite viajar por menos de diez euros, ida y vuelta.
Una vez allí uno de los lugares que pocos podrán evitar (incluso los más despistados) es la estación de tren de Amberes, que recuerda a la Central de Nueva York (para que imaginéis las dimensiones). De hecho en 2009 fue elegida como la cuarta estación ferroviaria más bella del mundo por la revista Newsweek.
Justo a la salida de la estación encontraréis el famoso Zoo de Amberes, al que nos quedamos con ganas de entrar. La entrada para estudiantes es bastante más barata que en otras ciudades de España (unos 17,5 euros). Es el parque de animales más antiguo de Bélgica y se puede comprobar a través de ciertas construcciones intactas como el Templo Egipcio o la casa de los reptiles.
Otro lugar cercano a la estación que nos llamó la atención y por el que podéis dejaros caer para comer es el Chinatown de Amberes. Hay muchísimos restaurantes y supermercados especializados pero no os olvidéis de visitar el Templo budista en el número 61 de la calle principal.
Nuestra siguiente parada fue Bourla, uno de los teatros más antiguos de Amberes donde tendréis que subir al piso del “foyer” para tomar un café y disfrutar de las vistas. Para los poco familiarizados con el teatro, esta sala servía de lugar de descanso al que salir en los entreactos. La decoración interior hace que la visita merezca la pena detenerse si pasáis el día en Amberes.
Después de haber comido algo en el Exotic Market que se organiza únicamente los sábados en la Theaterplein, nos fuimos (como no es de otra forma en Amberes) un poco de tiendas. Tratándose de una visita un poco relámpago a la ciudad las calles que a primera vista nos llamaron la atención por las tiendas fueron Nationalestraat, Kammenstraat, y Lange Koepoortstr. A pesar de sus nombres las encontraréis fácilmente pues se trata de grandes avenidas cercanas a la catedral. Además de las marcas clásicas encontramos mucha tienda alternativa, vintage, y de diseñadores poco conocidos y muy recomendables.
Para terminar dimos un paseo por los alrededores de la catedral, una zona que sorprendentemente, a pesar de la abundancia de restaurantes para turistas, tiene bastante encanto:
La Catedral desgraciadamente no pudimos visitarla porque cerraba pronto (seis de la tarde) así que ya sabéis, ¡sed más previsores!
Fue una visita realmente express y nos quedamos con ganas de ver más cosas de las que habíamos oído hablar muy bien. Aquí os dejo algunos sitios para que, si tenéis la ocasión de ir, apuréis más el tiempo y consigáis llevaros el mejor sabor de boca de Amberes:
– Panorama de Amberes: cogiendo el Sint-Annatunnel que pasa por debajo del agua. Los locales están orgullosísimos de estas vistas y, si caminais un poco más, llegaréis a la playa “Strand Van Sint Anneke”.
-En Lange Klarenstraat la terraza del Coffeelabs de la azotea tiene un ambientazo.
– El popular bar nocturno (11-3.00 a.m) y antiguo burdel Paters Vaetje con cien variedades de cerveza.
Para sitios muucho más especiales visitad el blog de mi compañera en Amberes