Más allá de los grandes atractivos turísticos belgas, de los canales y las casitas de fachadas cargadas, de la cerveza y los escaparates bañados en chocolate, Flandes esconde auténticos paraísos que solo los más atrevidos se lanzan a descubrir. Y son esos lugares, los grandes secretos de los locales, los que conllevan largas caminatas o verdaderas “etapas ciclistas”, aquellos que regalan a los pocos intrépidos foráneos un contacto directo con la cultura belga en cervecerías tradicionales, pueblos olvidados por las redes sociales, senderos que penetran en la densidad de bosques fuera de la mano del hombre o castillos de cuento de hadas viviendo en sinfonía con la naturaleza.
Es de este último del que vengo a hablaros en el post de hoy. El castillo de Ooidonk, en el cordón verde de Gante, nos ofrece hasta hoy uno de los mercadillos de decoración de interior y exteriores, exquisiteces gastronómicas de diferentes partes del mundo, animales, productos vegetales para muchos desconocidos y, como no podría ser de otra manera, especialidades belgas, ya sea en forma de embutidos, quesos o gofres que no dejarán a nadie indiferente.
Sin embargo, no son más destacables los puestos artesanales salpicados por el jardín del castillo, sino el propio edificio que se alza entre la maleza de los bosques de Bachte-Maria-Leerne y los serpenteantes afluentes del Lys, defensa imparable durante los ocho siglos de historia que guardan los torreones de Ooidonk. A pesar de los numerables asedios que ha sufrido a lo largo de los siglos, su reconstrucción por importantes familias adineradas así como el conocido arquitecto francés Parent nos regala una mezcla de estilos renacentista, español-flamenco y su inicial estilo medieval.
Actualmente, con unos interiores remodelados y cuidados al detalle, es más que recomendable la visita por los grandes salones de una de las mansiones castillo mejores cuidadas de toda la región flamenca.
Hasta las 18:30 de la tarde de hoy, tendréis la oportunidad de pasear por sus jardines a la vez que degustas las exquisiteces de los puestecillos por 8€, además, las visitas al interior tendrán una tarifa reducida de 6€, normalmente son 9€ y solo puede visitarse los domingos, ya que se trata de una propiedad privada. Os dejo este vídeo para que disfrutéis un poco más de cerca de la feria del Castillo de Ooidonk.
Para más información, podéis ojear su página web aquí.