Es costumbre desde hace muchos años, la ciudad de Geraardsbergen celebra el final del invierno con las fiestas de los Krakelingen y el Tonnekensbrand.
HISTORIA
Narra la historia que allá por el año 1381, la ciudad de Geraardsbergen fue sitiada por los ejércitos del Conde de Flandes y su comandante Walter de Edingen. Esto dejó a su población al descubierto del hambre y de toda clase de enfermedad derivada de esas condiciones. Ante esta situación, era prioritario pensar en algo para no tener que entregar a los conquistadores la ciudad amurallada. Pensaron en intentar una osada estrategia que consistiría en, lanzar fuera de las murallas todos los alimentos que les quedaban (restos de pan, arenques y pescados secos). De esta forma, las tropas flamencas creerían que, lejos de morir de inanición, vivían en la abundancia y por ello sería muy difícil asediarles. A pesar de todos los esfuerzos, la ciudad cayó asediada y finalmente Geraardsbergen fue arrasada.
ACTIVIDADES
Cada año, ocho días antes del primer lunes de marzo, se celebran las festividades de los Krakelingen y el Tonnekensbrand. Todos los comerciantes ponen en sus escaparates sus mejores galas y las panaderías hornean unos panecillos muy singulares con forma de anillos, llamados Krakelingen.
El día del festejo, la comitiva sale de la iglesia románica de Hunnegem, llevando a la cabeza al alcalde y a los concejales del ayuntamiento vestidos con trajes tradicionales. Estos trajes simbolizan todos y cada uno de los siglos de la ciudad, vestimentas celtas o medievales, entre otras. La procesión avanza hacia la cumbre de la Colina de Oudenberg donde está situada la Capilla de Santa María. Todos llevan presentes como pan, vino o pescado. Después de la ofrenda, el alcalde otorga su bendición a los Krakelingen y reza una oración. Seguidamente, las autoridades, beben un trago de vino de un cáliz de más de 400 años de antigüedad.
A continuación arrojan a todos los allí presentes 10.000 Krakelingen, de los cuales uno tiene premio. Tal premio consiste en un papel que da derecho a un Krakelingen de oro, que cada año crea uno de los orfebres de la localidad. No mucho después, se prende fuego a un tonel de madera, llamado Tonnekensbrand con el que ahuyentan al invierno y dan la bienvenida a la primavera. Algunos pueblos y ciudades de alrededor también se unen a la tradición y encienden sus toneles.
Estas fiestas de los Krakelingen y el Tonnekensbrand son un símbolo de identidad para sus habitantes, que en el 2010 fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial.
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© Geraadsbergen
Me despido hasta el próximo post,
Un saludo,
Elena Pascual
Soy corresponsal de Patrimonio durante el primer cuatrimestre del curso 2023-2024. Vengo de Alicante y actualmente estoy haciendo durante todo el curso mi erasmus, estudiando Arquitectura en la KULeuven en Bruselas.
Entre mis aficiones está sobre todo cocinar y cualquier cosa relacionada con la gastronomía o visitar nuevos lugares.