A veces las ciudades más bonitas son las más difíciles de fotografiar, sientes que la cámara es incapaz de captar la esencia y los detalles. Todo se siente tan perfecto a nuestro alrededor que seleccionar una pequeña parte que quepa en la mirilla de la cámara resulta verdaderamente complicado.
Esta sensación fue una de las que sentí al llegar a esta ciudad de ensueño, cada rincón me parecía tan mágico que quería fotografiarlos todos. Sin embargo, las fotos pocas veces llegaban a complacerme. A través de la pantalla no se sentía igual, parte del alma de la ciudad se esfumaba al presionar el botón.
Poco a poco, a base de pasear y pasear fui encontrando mis lugares favoritos, me di cuenta que captar todo un lugar con tan solo una foto, hacía incapaz al ojo de ser consciente de cada uno de los preciosos detalles. Empecé a buscar encuadres más cercanos, sencillos, que consiguieran hacer mis fotos especiales y emotivas. Los edificios más característicos eran obviamente muy fotografiables, pero las pequeñas calles conseguían aportar a las fotos un aura medieval mezclada con un estilo gótico muy especial.
Sitios especiales
La famosa «Graffiti Street» situada en la calle Werregarenstraat, es sin duda uno de mis lugares favoritos. Los graffitis van cambiando cada semana, nuevos artistas nacen y otros antiguos se vuelven ocultos entre la nueva capa de pintura y la pared. Pasear por esa misma calle se vuelve tan diferente cada vez, que siempre nos deleitará con alguna agradable sorpresa.
Enfoques
Fotografiar los edificios de frente y perfectamente encuadrados, como si estuviéramos haciendo un reportaje para google maps, hará que nuestras fotos se vuelvan monótonas y aburridas. Y sobre todo, iguales a las del resto. Una buena idea para solucionar esto, es elegir puntos concretos del edificio que nos llamen la atención, como una torre o fachada, y acercarnos para captarlos desde la conocida vista de rana.
Luces sombras y reflejos
Otro fenómeno natural que podemos aprovechar es el juego de sombras y luces que proyecta el sol sobre los objetos. Podemos usarlo para llamar la atención sobre puntos concretos, resaltar el contraste de colores o incluso en escaparates y superficies reflectantes para mostrar dos realidades diferentes al mismo tiempo.
Sitios característicos
Por último, no podemos olvidar por supuesto los lugares más emblemáticos. Sin duda alguna, una de mis vistas favoritas la puedes encontrar desde cualquier punto del «Puente de San Miguel». Tanto si avanzas la calle y te sitúas al lado de la famosa «Iglesia de San Miguel», como si te asomas a mirar el canal, o bajas las escaleras hasta llegar a las orillas del rio Lys. En estas zonas tan amplias, en las cuales la lejanía de los edificios nos hace imposible centrarnos en los detalles. Podemos optar por perspectivas lineales, buscando líneas que tiendan al horizonte y conduzcan la mirada del espectador. estas pueden ser una calle, una valla de un puente o el curso del río.
Mi nombre es Luna, tengo 20 años y vivo en Madrid. En general soy una apasionada de la vida, de los viajes, el arte, la música, el baile, el surf, el mar, la escalada… todo lo que suponga una aventura para mí siempre será un SÍ.
Este semestre mi aventura comienza fuerte: me he mudado a Brujas ¡La ciudad de ensueño! Y aunque apenas lleve aquí una semana, os puedo asegurar que así es. Todas las calles están bañadas de un aura especial, casi mágica.
Recuerdo una de las primeras noches aquí, entre las vacaciones y la lluvia las calles estaban vacías. Paseando a la luz de las farolas, sentí como si me transportara a otra era… Los suelos empedrados, el musgo creciendo por las paredes de una gran iglesia gótica, cuyas vidrieras relucían con luz propia. Todo parecía salido de un precioso y enigmático cuento medieval.