Una de las facetas que más me sorprendió de Gante al llegar fue su respuesta ante la oscuridad de la noche. Cuando los últimos resquicios del crepúsculo dejan paso a largas horas invernales de lobreguez, las fachadas de los grandes protagonistas de la ciudad irrumpen ensalzando cada detalle, cada silueta a veces imposible de apreciar a la luz del día.
Esto no es de extrañar cuando Gante ha sido condecorada por uno de los mejores sistemas de iluminación que, además de dar vida a una arquitectura única, respeta el medio ambiente mediante un plan de disminución de contaminación lumínica y uso de energía destinada a alumbrado público.
En el post de hoy os animo a seguir uno de los recorridos recomendados por la Oficina de Turismo de Gante: “un paseo por una ciudad con encanto”. Empezando por Kouter y acabando a escasos metros de éste, en la Ópera de Gante, este recorrido de aproximadamente dos horas no deja escapar ninguno de los puntos más emblemáticos de la ciudad.
Desde mi experiencia personal, la plaza Vrijdagmarkt junto con la calle Baudelostraat, así como el Graslei y la Lonja de la carne (Groot Vleeshuis) son algunos de los edificios que durante la noche consiguen atrapar las miradas de cualquier viandante, quedando cada detalle reflejado en el canal Lys.
Si sois de dar sorpresas en los momentos menos esperados y preferís romper con las americanadas comerciales, os puedo asegurar que una ruta por Gante bajo la luz de las estrellas enamora en cualquiera de los 365 días del año.
PD: para más información, podéis comentar o visitar la Oficina de Turismo, estarán encantados de atenderos y regalaros el mapa con la ruta nocturna de la ciudad.