El palacio de Coudenberg, o mejor dicho, lo que queda de él, es uno de los museos de más interés arqueológico localizado nada más y nada menos bajo tierra, bajo el suelo del actual Monts des Arts en la ciudad de Bruselas. Conocido por ser el antiguo palacio de Bruselas, fue la sede de los príncipes reinantes de la época y administración central de los Países Bajos. Siendo Carlos V el último monarca que habitó este palacio, fueron muchas las transformaciones que los gobernadores fueron desarrollando, sufriendo en el siglo XVIII un incendio devastador.
En la foto de arriba podemos apreciar, en la parte frontal, el edificio de vivienda. A la derecha, haciendo esquina, la capilla, y al otro lado la galería. También se puede ver el patio interior y la Iglesia de Saint-Jacques al fondo.
La parte más importante del palacio fue el Aula Magna, que puede verse en el lateral derecho de la foto. Fue el gran salón del palacio y comenzó a construirse en 1431. En especial, fue el escenario de la emancipación de Carlos V en 1515 y de su abdicación posterior cuarenta años después; la ascensión de su hermana María de Hungría como gobernadora con la muerte de Margarita de Austria, y de la boda entre Alejandro Farnesio y la gobernadora e hija ilegítima del emperador Carlos, Margarita de Parma a finales del siglo XVI.
En la foto de más abajo vemos lo que queda: una escalera que daba acceso a la sala de ceremonias en el Aula y restos del suelo.
El palacio, que fue construido alrededor del siglo XII, albergó una de las sedes más importantes de la Europa renacentista con el emperador Carlos V.
Primeras construcciones
Las primeras fortificaciones datan del siglo XIII coincidiendo con el trazado de la primera muralla de la ciudad. Esta primera construcción sirvió como eje para el levantamiento de pequeñas casas alrededor, uniéndose más tarde al conjunto arquitectónico. Los primeros edificios formaron parte de la muralla sirviendo como defensa, pero después, en el siglo XIV, la duquesa Juana de Brabante, amplió la residencia ducal, llegando a tener cuatro edificios alrededor del patio central, una sala de ceremonias y la capilla. Más tarde, con Felipe El Bueno, la ciudad de Bruselas gana importancia con la centralización de los Países Bajos y el palacio se convierte en una de las residencias reales principales de Europa.
El palacio fue el lugar de recepciones y fiestas, con nobles, secretarios y todos aquellos consejeros que rodeaban al príncipe de los Países Bajos. Además, disponía de grandes jardines y parques, de un coto de monte (en flamenco, “warande“, del que todavía quedan vestigios). Por último, hubo espacios reservados para la caza y posteriormente un laberinto lleno de plantas y estanques, hasta el actual Parque de Bruselas, que data de finales del siglo XVIII.
1731, un año negro
El antiguo palacio de Coudenberg es actualmente visitado por lo que fue y ya no, desafortunadamente. Un incendio la noche del 3 de febrero de 1731 dañó severamente el palacio, dejando los túneles subterráneos de este como los únicos vestigios hoy visitables. En el palacio vivía para entonces la gobernadora austriaca María Isabel que se salvó del incendio por los pelos. La causa del accidente dicen que fue una imprudencia en la cocina mientras se hervía azúcar.
Durante todo el siglo XX se llevaron a cabo intensivas investigaciones, queriéndose conservar hasta el mínimo detalle del antiguo palacio por formar parte del patrimonio de la ciudad. Se abrió al público en el año 2000.
La visita al antiguo palacio y al museo
Se visitan los vestigios de:
- El cuerpo central del edificio (muros, ventanales, escaleras, mazmorra).
- La capilla.
- El antiguo nivel de la calle Isabel (en homenaje a la infanta de España Isabel de Austria).
- El Aula Magna (Chimenea, piso hundido…).
- El palacete de Hoogstraeten, convertido en museo que aloja una pequeña colección de lo que se recuperó de aquél fatal incendio (muchos de ellos, reconstruidos y restaurados).
La visita dura como mínimo 45 minutos. Hay explicaciones gratuitas de cada uno de los vestigios gracias a una conexión red que ofrecen en la entrada. Recordad que las últimas entradas se venden media hora antes del cierre.
Horario: de martes a viernes 9:30 – 17h. Fines de semana y durante julio y agosto 10 – 18h. Cierra el 21/5, 1/1 y 25/12.
Dirección: Place des Palais 7 Paleizenplein. +32 (0) 2 500 45 54.
Precio:
- Entrada normal: 7€ (Combinada con otro museo de historia, BELvue, en total 12 €)
- Grupos de 15 personas y mayores de 65 años: 6€ (Combinada 10€)
- Jóvenes menores de 25, desempleados o personas con alguna discapacidad 5€ (Combinada 8€)
- Gratis para menores de 18
Consulta la página web oficial para más información.
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