En mi viaje a Flandes Occidental subí a la montaña más alta de Flandes, que siendo una de las pocas elevaciones que hay en la región, casi todos los flamencos la conocen. Si bien Flandes es una región de Bélgica muy plana, a mi me llamó la atención ver la montaña mientras miraba por la ventana cuando me dirigía al pueblo de Kemmel, situado casi en la frontera con Francia, cerca de la ciudad de Lila.
¿Cómo te la imaginas de alta? Como se puede apreciar en la imagen, no parece una colina muy elevada, y no llega a estar tapada por las nubes. Para los que estamos más acostumbrados a los pueblos de montaña, nos puede parecer muy pequeña, pero teniendo en cuenta las dimensiones que ocupa Flandes y su terreno, desde lejos esta montaña, Kemmelberg, se hace muy visible con sus 156 metros de altura.
El camino para subir es accesible, en la cima hay un restaurante, y lo más gracioso es que al llegar te encuentras con un montón de tierra que eleva una figura en piedra con el nombre de Kemmel. Es curioso, porque fue construido solamente para ganar 4 metros y llegar, entonces, a los 160 metros de altura de la montaña.
Y un pueblo encantador
El pequeño pueblo de Kemmel, situado tan solo a 5 minutos, es un lugar muy tranquilo y acogedor dentro de Flandes. Tiene pequeños comercios, cafeterías y naturalmente alguna cervecería. El centro del pueblo, durante el verano, se convierte en un mercadillo donde todos los vecinos y comerciantes ponen a la venta productos de todo tipo. El mercadillo, uno de los más grandes de Bélgica, llega a alcanzar casi el kilómetro (unos 1000 puestos). Se celebra en el mes de septiembre.
¡Ah! Muy recomendable: si vienes en primavera o verano, te puedes apuntar a muchas rutas de senderismo y ciclismo que hay por Flandes Occidental.
Puedes ver todas las fotos en el álbum de Flickr “Flandes Occidental”