¡Buenas! Como os dije hace algunos días, he decidido comenzar una nueva sección en el blog llamada “Rincones de Gane”, si aún no has leído el primer post de esta sección puedes hacerlo aquí. En el post de hoy, os traigo un lugar que a mí personalmente me gusta especialmente, se trata del jardín de la Abadía de San Pedro.
La Abadía de San Pedro fue fundada en el siglo VII por San Amando. Actualmente se puede descubrir a través de Alison, un monje virtual, que te dará un paseo por la abadía y te revelará el secreto de los ángeles caídos; aquí puedes saber más. Sin embargo, en este post quiero hablaros de los jardines, un lugar perfecto para respirar aire fresco y disfrutar de la belleza de los viñedos.
La Abadía de San Pedro se encuentra cerca de varios campus universitarios, es por esto que es muy común ver a estudiantes en los jardines haciendo un descanso, comiendo con amigos o leyendo. En el jardín de la abadía podemos observar los viñedos y las ruinas. Además, puedes acceder a la planta baja de la abadía, con el claustro y el patio, de manera gratuita.
Lugar: la Abadía de San Pedro se encuentra en la plaza que tiene el mismo nombre, Sint-Pietersplein (Plaza de San Pedro)
Horario de apertura: la abadía abre de martes a domingo de 10:00 a 18:00. Los lunes permanece cerrada.
¡Hasta pronto!
Soy Blanca, la nueva corresponsal Erasmus en Gante durante el primer semestre del curso 2018/2019. Estudio Marketing y Comunicación en la Universidad Pontificia de Salamanca y este año cursaré Event Management en la Universidad de Artevelde. Elegí Gante porque reunía todas las características que buscaba a la hora de escoger un destino erasmus: tiene un gran ambiente universitario, una amplia oferta cultural y está muy bien comunicado.
La aventura comienza y estoy deseando ver todo lo que la ciudad de Gante ofrece y sobre todo enseñarlo a través de este blog. Como primera toma de contacto he decidido enseñaros mi video de candidatura para ser corresponsal Erasmus. En él, menciono una serie de cosas que pretendo haber realizado al final de esta etapa, así que espero que al hacer balance cuando la experiencia acabe pueda sentirme orgullosa porque el Erasmus ha cumplido con mis expectativas (o las ha superado, quién sabe).