¡Aupa a todos!
¿Has oído hablar sobre la palabra “ciclocross” alguna vez? Si no estás familiarizado con el término, en el día de hoy vengo a hablarte sobre qué trata y a relatar mi experiencia -como espectador- en un evento deportivo. ¡Acomódate y continúa leyendo para conocer más sobre esta chulísima idea!
Primero de todo, ‘ciclocross’ es una disciplina ciclista, que consiste en realizar un determinado número de vueltas a un circuito con tramos de asfalto, caminos, prados y terrenos enfangados, y con una serie de obstáculos (barro, arena o tablones de madera) que deban obligar al corredor a bajarse de la bicicleta para sortearlos. Por norma general, estas competiciones suelen disputarse en otoño e invierno.
Existen ciclistas que pese a competir en competiciones de ciclismo de carretera, también participan en competiciones de ciclocross. Esta participación puede darse por distintos motivos: interés personal y una habilidad natural para otras disciplinas además del ciclismo de carretera, calendario de competiciones (porque dichas fechas no coinciden con otro gran evento), preparación para la temporada de carretera, etc. Por ejemplo, los reconocidos ciclistas Wout van Aert, Mathieu Van der Poel o Tom Pidcock suelen participar en este tipo de competiciones por la gran habilidad que tienen para este tipo de terrenos irregulares.
Por otro lado, hay varias características que distinguen al ciclocross del resto de modalidades. Primero, las bicis son estructuralmente muy parecidas a las de carretera, con ligeros cambios: los neumáticos son más anchos y tienen dibujos más agresivos para adaptarse a terrenos variados; el eje pedalier (eje sobre el que giran las bielas y los platos) está ligeramente más alto para evitar que la bicicleta golpee con obstáculos elevados. Además, ante los obstáculos, los ciclistas se bajan de la bicicleta y cargan la bicicleta sobre el hombro, lo que agrega un elemento táctico y físico único a la disciplina. En cuanto a la duración, son más cortas en comparación con otras modalidades: entre 30’ y 1 hora. No obstante, son muy intensas y desafiantes. Por último, el ciclocross es especialmente popular en Bélgica, donde las carreras atraen a grandes multitudes y tienen un estatus casi sagrado. De hecho, los ciclistas de ciclocross son considerados héroes nacionales.
Igualmente, existe una Copa del Mundo de Ciclocross (UCI Cyclo-cross World Cup) que consta de varias carreras a lo largo de la temporada. Los ciclistas acumulan puntos en cada carrera, y el ganador al final de la temporada se lleva el título de la Copa del Mundo.
A raíz de esta competición, el pasado 12 de noviembre me desplacé a Dendermonde, ciudad belga de la provincia de Flandes Oriental. ¿Por qué? Dendermonde acogía una de las carreras del campeonato, por lo que no podía perderme esta oportunidad de disfrutar del ambiente efervescente del ciclismo belga. Así pues, cogí un tren de Lovaina a Dendermonde, y me dirigí al lugar del evento.
Esta era mi primera vez que acudía a un evento ciclista de este tipo, y sinceramente, ¡creo que será la primera de muchas! Primero de todo, cuando llegué a las inmediaciones del circuito, me topé con un largo número de caravanas, donde los equipos ciclistas (Soudal Quick-Step, Pauwels Sauzen-Bingoal, etc.) guardaban los equipamientos: rodillos, instrumentos de reparación, bicicletas, etc. Una vez vista la zona del ‘backstage’, me dirigí al punto importante del evento: el circuito de ciclocross. El circuito me pareció increíble, donde se podían distinguir los diferentes tipos de terreno por los que los ciclistas debían atravesar: adoquines, arena, escaleras, puentes, etc. Pero sobre todo, barro. Miraras donde miraras, siempre había barro, tanto en el circuito como en los puntos donde se colocaban los aficionados. Pero esto tiene un propósito, el de dificultar el avance de los ciclistas, logrando que estas carreras sean aún más divertidas de ver.
La jornada se dividió en 5 carreras, desde las 09:30 hasta las 16:00, donde participaron ciclistas de diferentes categorías: sub 17, sub 19 y élite, con participación de ambos sexos. Desde primera hora de la mañana, cientos de personas animaban a los guerreros, con un increíble ambiente musical. Entretanto, mientras buscaba el sitio óptimo para ver la carrera, tuve la suerte de juntarme con dos aficionados ciclistas euskaldunes (vascos) que venían desde Países Bajos a Dendermonde para disfrutar del panorama festivo de Bélgica. Aitor, Asier y los tres estuvimos hablando sobre ciclismo, disfrutando de la competición y animando a los y las gladiadoras en un ambiente donde se respiraba fervor y emoción por el ciclismo. Además, estuvimos animando a más enérgicamente a un ciclista español, Felipe Orts, y de hecho, ¡conseguimos que los aficionados belgas también le animaran!
Sobre los resultados de la carrera, en la categoría femenina de élite, la neerlandesa Ceylin del Carmen Alvarado fue la que se hizo con la victoria; en el lado de los hombres, Pim Ronhaar salió vencedor.
Una vez acabada la jornada de competición, los tres logramos entrar a la zona VIP, donde disfrutamos de unas comidas deliciosas y un ambiente festivo increíble. Para finalizar el día, después de cada uno se comprara un gorro con un pompón y un par de calcetines de la UCI (Unión Ciclista Internacional) muy elegantes, nos despedimos con un sabor de poca muy bueno.
¡Desde aquí, os invito a que acudáis a un evento de ciclocross en Flandes, para que podáis vivir de primera mano el fanatismo y la afición por este deporte con un ambiente increíble!
¡Hasta el próximo capítulo de esta historia!
Un saludo,
Aimar Alzuguren
Actualmente estoy realizando los estudios de Erasmus en la ciudad de Lovaina, en la facultad de Movement and Rehabilitation Sciences de la KU Leuven. Sin embargo, en España curso una doble titulación de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Fisioterapia.
De hecho, mi afición por el deporte, el ejercicio físico y las actividades en el medio natural fueron los motivos principales para postularme a la sección de “Naturaleza, Parques y Cicloturismo”. Además de estas aficiones, disfruto mucho con los encuentros y charlas con los amigos, y me apasiona viajar por la variedad de culturas, sitios e idiomas que permite conocer.