Quién me iba a decir a mí que despedirme de Amberes iba a resultar ser una de las cosas más díficiles que he hecho en mi vida. Atrás dejo el descubrimiento de lugares de cuento, de tradiciones antiguas cuidadas con mimo y cariño, paseos por el puerto y atardeceres cobrizos, gente increíble, litros y litros de cerveza, buena comida, errores y sobre todo aprendizaje. Aprendizaje de la vida; aprendizaje acerca de las personas, de las culturas; aprendizaje sobre mí misma. Un Erasmus siempre es especial, pero la ciudad de Amberes ha sido la anfitriona perfecta para disfrutar al máximo.
El Erasmus ha sido una experiencia inolvidable, pero vivirla como corresponsal de Erasmusenflandes ha sido la guinda del pastel. Escribir sobre mi día a día ha tenido un efecto catártico. Afinar la vista y el oído y no separarme ni un momento de la cámara me han ofrecido la oportunidad de capturar momentos únicos, no solo para compartirlo con vosotros, sino también para pasar a formar parte de mi memoria.
Gracias por seguirme desde el principio y confiarme vuestras dudas. Espero haber sembrado la semilla de la curiosidad en vosotros y que en un futuro no muy lejano sean vuestros propios pies los que recorran las empedradas calles de esta ciudad y sea vuestro corazón el que quede prendado de la bella Amberes.
No pienso decir adiós, pues aquí dejo una parte de mí que espero encontrar pronto.
Soy Marina y desde hoy hasta junio soy la corresponsal de este blog en la ciudad de Amberes. Estudio Lenguas Modernas, Cultura y Comunicación en inglés y alemán en la UAM . Tal vez no lo sepáis, pero tanto el inglés como el alemán tienen una hermana no tan agraciada actualmente: el neerlandés. Por lo tanto, si sabes inglés y, especialmente, alemán ya tienes mucho camino recorrido en el aprendizaje de esta lengua (con nada más y nada menos que 38 millones de hablantes). Con lo cual, aprender neerlandés resulta una oportunidad difícil de desperdiciar (la típica oferta 3×2).
Por otro lado, resulta casi imposible evitar admirar la belleza de Flandes y sus ciudades portuarias, que nos dejan estampas dignas de ilustrar postales de Navidad. Paseas por Amberes y degustas de manera gratuita infinidad de sabores y matices del arte: el arte religioso y mitológico, el arte gastronómico, el arte moderno, el arte de la aristocracia, el arte de la moda e incluso el arte industrial.