Parece que fue ayer cuando pisaba por primera vez esta ciudad. Cuando bajé del tren cargando con dos maletas y lo vi todo nevado. La lluvia y el frío me han acompañado durante estos 5 meses, pero ahora me voy y dejo una Lovaina a 35 grados de temperatura. Seguramente este calor lo encontraré en España pero está claro que no encontraré toda la gente que he conocido, no encontraré las cervezas que aquí he descubierto, ni tampoco las patatas fritas que aquí he probado.
Hoy he salido a grabar y por cada calle que pasaba, cada edificio que miraba, no podía evitar pensar que no lo volvería a ver. Al menos no volvería a verlo con los ojos de estudiante Erasmus con los que los he mirado. Oude Markt ha sido para todos los Erasmus un lugar casi de culto. Un lugar de encuentro obligatorio para todo aquel que vive en Lovaina y que seguro que todos los estudiantes echaremos de menos.
He intentado recoger en menos de 2 minutos todo aquello que conforma y caracteriza esta ciudad: Grote Markt, Oude Markt, los parques y zonas verdes, la Biblioteca Central, la universidad, el Gran Beaterio, la calle Bondgenotenlaan y la estación de tren. Y aunque no cabe duda que me faltan muchísimas cosas más, espero que sirva para acercaros a una ciudad que en menos de medio año me ha hecho sentir como en casa.