Hay una figura en concreto que, a pesar de su muerte hace más de 450 años, aún puedes ver paseando por las calles de la ciudad. Pieter Bruegel es uno de los pintores flamencos más queridos por la comunidad belga. Fue tan valorado que incluso sus obras se vendieron por trozos. No se tienen muchos datos sobre este artista, pero sí se conoce que vivió, se casó y murió en Bruselas.
El barrio de Des Marolles
Se cree que, alrededor de 1562, Pieter Bruegel se instaló en este barrio de la ciudad, ahora conocidísimo por ser uno de los más bohemios y artísticos. Si queréis saber dónde vivió, hay quien dice que fue en el 132 de la Rue Haute. Aunque no se sabe con seguridad, hay un proyecto en curso, iniciado por el Real Museo de Bellas Artes de Bélgica para dedicar este edificio al pintor en forma de museo.
Cerca de esta casa está la Iglesia de Nuestra Señora de la Capilla (Notre-Dame de la Chapelle o Kapellekerk) donde Bruegel celebró su boda y donde fue enterrado. ¿Y qué ocurre cuando sueles seguir los pasos de alguien? Que tienes muchas probabilidades de encontrarle. Y en este caso, puedes cruzarte con el mismísimo pintor en medio de su proceso de creación artística.
La estatua de Pieter Bruegel
A las puertas de esta iglesia, encontramos una estatua del pintor flamenco con pincel en mano, frente a un marco que parece simular un lienzo. Cualquiera pensaría que es él en carne y hueso si lo ve de lejos, si te concentras parece dar alguna que otra pincelada en el aire. Al pintor lo acompañan una paloma posada en el lienzo y un mono. ¿Por qué un mono? Este animal está presente en varias de sus obras, y quizás también sea un guiño al enigmático cuadro «Dos monos (1562)», cuya interpretación sigue siendo hoy en día un misterio para los historiadores.
Si en uno de tus paseos coincides con el pintor, aprovecha para meterte dentro de su obra y hacer alguna que otra foto. Este rincón del barrio se ha convertido en uno de los más fotografiados, además de una oportunidad para dejar fluir la imaginación en compañía de un gran artista.
Mi nombre es Fuensanta y durante los próximos meses tendré el placer de compartir mi estancia en Bruselas. Aunque llegara en septiembre, os adelanto que, a pesar de estar cinco meses aquí puedo asegurar una cosa: ¡aún queda mucho por ver! Revelaros todos y cada uno de los secretos y sorpresas que esconde la ciudad será el objetivo principal de cada publicación. Descubriremos historia, leyendas, arte, ocio, música y todo lo que un futuro estudiante erasmus necesite conocer antes de empezar esta gran experiencia.