Tras el portal de una pequeña casa medieval en el número 1 de la calle Groentenmarkt, una de la las plazas más antiguas de la ciudad, junto al castillo de los Condes de Gante y en frente del Mercado de las Hortalizas, se esconde la artesanía más tradicional y longeva de producir pan.
Según los residentes y las guías turísticas es la panadería más antigua de Gante y quizá, una de las más antiguas de Bélgica. Puesto que de generación en generación los propietarios han ido difundiendo su artesanía a sus descendientes. Llegando a producir hasta 65 diferentes tipos de panes ¡sí, sí, tal cual! Una auténtica perdición para los amantes del pan casero.
Ya desde el comienzo de la panadería en el siglo XVII, elaboraban los panes en el horno del sótano, mientras que mantenían la tienda y venta al público en la planta baja. Es decir, en la calle Groentenmarkt.
Dicen que durante la Primera Guerra Mundial Baker Himschoot, fundador de la panadería, ya horneaba pan con alto valor nutritivo y trabajaba para mantener una mayor frescura en los panes de forma que durasen más tiempo en las despensas. Fueron estas dos cualidades las que lograron cautivar a los habitantes de Gante y que originasen el concepto: “pan en Himschoot.”
En la actualidad Carel Demeestere dirige la panadería y una asociación de panaderos artesanales que promueven la artesanía en el pan para garantizar la calidad. Por ello, cada noche en el sótano de esta pequeña panadería los panaderos trabajan meticulosamente con harina proporcionada directamente por un molinero y hornean el pan en un horno de piedra, dejando crecer la masa de una manera natural.
Esto permite que cada mañana los turistas, habitantes y estudiantes puedan encontrar en la panadería Himschoot una gran variedad de panes y productos de pan. Entre ellos pan de nueces, pan de centeno, pan de granola, pan blanco, pan marrón, pan de semillas de calabaza, pan de semillas de girasol, pan de azúcar, pan de pasas, pan brioche, y muchos otros más. De hecho, sobre la estantería de panes cuelga un cartel con el siguiente texto “Good morning. Let the stress begin.”
Con tantas variedades de panes es imposible quedarse con uno solo, de hecho he podido comprobar como todas las mañanas se forma una gran cola en la puerta para poder acceder al interior de la tienda. Y además, por si fuera poco, también ofrecen una gran variedad de bocadillos, tartas, pastes, pastas y aperitivos salados.
Así que os aconsejo que vayáis y visitéis la tienda, no solo por su historia sino también por la variedad y calidad de sus panes.