¡¡Buenas!! Hoy os vengo a contar mi increíble paseo por Lier, una ciudad ubicada en la provincia de Amberes. Yo diría que es otra de las joyas flamencas mejor guardadas, conocida por la fabricación de las cervezas Caves y St. Gummarus, así como las masas de repostería Lierse vlaaikes.
Lier tiene un rico pasado, con restos arqueológicos de época romana y una iglesia dedicada a San Gumaro que data del siglo XI. En 1496, fue el lugar de un matrimonio importante en la historia europea, cuando Felipe el Hermoso se casó con Juana de Castilla y Aragón, cuyo hijo primogénito, Carlos I de España, se convirtió en emperador. A lo largo de los siglos, Lier experimentó cambios en su industria, pasando de la producción textil a la fabricación de artículos de lujo y cervezas.
A pesar de haber sufrido daños durante la Primera Guerra Mundial, Lier conserva un rico patrimonio y un encanto especial. Cuenta con pequeños canales y calles adoquinadas. Su casco antiguo es peatonal y es un lugar perfecto para pasear y disfrutar de la tranquilidad. La plaza del ayuntamiento se llena de vida cada domingo con un mercadillo. La música que sale de diversos altavoces, repartidos por las calles más céntricas de la ciudad, ameniza aún más la estancia.
La ciudad cuenta con más de 70 bares que se animan especialmente en las noches de verano. Entre los sitios turísticos de interés se encuentran varios museos de arte, la plaza central Grote Markt con el edificio y el campanario del Ayuntamiento, el Begijnhof de Lier (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), la iglesia de Santa Margarita, la Casa Consistorial y la iglesia de San Gumaro, todos de gran valor histórico y arquitectónico.
Mi favorito, sin duda, la Torre Zimmer, construida a mediados del siglo XV. En su fachada principal descansa la obra del astrónomo y relojero Louis Zimmer, nacido en la propia ciudad, quién construyó el reloj astronómico con el que se conmemoró el centenario (1931) de Bélgica como país independiente (20 de enero de 1831). Este reloj consta de 12 relojes más pequeños que rodean al central. En ellos se muestran las distintas horas en todos los continentes, las mareas y las fases de las lunas, además de otros fenómenos periódicos. Además en la torre guardan una exposición de los Gigantes de la ciudad, parte de la tradición flamenca.
En resumen, Lier es una joya relativamente desconocida de Bélgica, con una rica historia, una arquitectura encantadora y una atmósfera única. Aprovechando lo cerca que se encuentra de Boechout, pudimos disfrutar ese mismo día del Sfinks Mixed Festival. Espero que os haya gustado, tanto como a mí, este increíble paseo por Lier. Nunca dejaré de sorprenderme con la cantidad de rincones bonitos que tiene la región de Flandes.
¡manténganse en vilo, hasta pronto!
Deva 🌛
¡¡Buenas!! Soy Deva Leal y os acompañaré los próximos dos meses como nueva corresponsal de Arte y Patrimonio + Productos belgas. Tenía muchas ganas de poder escribiros y, por fin ha llegado el verano. Cuando hace un año se me presentó esta oportunidad no dudé ni un momento, ya sabía que un curso como este es difícil de repetir y por eso estoy intentando alargar al máximo mi estancia en Bélgica, ¡y de qué manera!