¿De dónde eres? Al irnos a un país nuevo, tenemos que aprovechar todas las oportunidades que nos brinden para aprender de otras culturas. Una de las cosas que recalcaba cuando hablé del hogar en el que se había convertido Hasselt para mí, era lo feliz que estaba de convivir con personas de lugares completamente diferentes.
La universidad de Hasselt potencia esa heterogeneidad con la International World Evening. Se trata de un evento que se lleva a cabo todos los años con aviso de un mes de antelación, en el que se realiza un mercadillo de comida y vestimenta típica de todos los países de donde provienen los alumnos internacionales de la ciudad. Constituye uno de los mejores días del año en el que se apunta un montón de gente y antes de acabar, dan el premio al mejor vestido o a la comida mejor cocinada. Además, los gastos de los platos son financiados por la propia universidad para que todo el mundo disfrute.
Este año, Holanda deleitó con sus quesos, los natales de Uganda prepararon Makote, un sabroso postre de plátano con salsa de cacahuete muy típico en el país. Brasil con su feijoada, considerada plato nacional y hecha con frijoles y carne. Jordania participó con su Konafa, un pastel de queso y confituras. Austria con su Schnitzel, una buenísima carne empanada. Y como esto muchos países más: Italia, Dinamarca, Finlandia, Portugal, Alemania,… Y… ¡no puede faltar España! Todo el mundo quedó encantado con su tortilla de patatas y su paella.
Al final de la noche después de dar el premio se pone música para conocer como sienten el ritmo la gente de otros países. La sensual danza arábica, la intensa música africana, el vals austriaco,… para mí se convirtió en una vuelta alrededor del mundo dentro de un mismo edificio.
Imaginaos todo lo que se puede aprender para ya acabar siendo un “pro” de cultura intercontinental. En definitiva, es una de las mejores formas de compartir y conocer gente en tu erasmus, y sobre todo, algo precioso que nos hace descubrir lo que tenemos a nuestro alrededor.