La vida Erasmus no para, estás constantemente haciendo cosas: entre salir, la universidad, compras, lavadoras, viajes, limpiar… la vida se puede hacer muy estresante. Por este motivo, de vez en cuando es conveniente relajarse y darse un capricho. Para ello, no hay mejor forma que hacerlo con el koffiekoeken, te contamos de qué se trata.
Los koffiekoeken son unos bollos típicos de la región de Flandes. Por el nombre puedes intuir que será común tomarlo con café (“koffie”) y no estarás equivocado. En España también tenemos una amplia tradición de bollos para merendar, así que esto te va a interesar.
La traducción literal de la palabra es “tortas de café”, sin embargo, hace referencia a todo un conjunto de bollos: achten, chocoladekoek, tortillon Klein, nestje Klein y muchos otros que podréis descubrir en esta selección de St Paulus.
Me habría gustado haberlos probado todos, pero hay que mantener la línea. Aun así, me pegué el atracón con un buen Chocoladekoek, y un Crèmekoek Chocolade. Te cuento mi experiencia.
Probando el Chocoladekoek
Para describirlo, lo más sencillo es compararlo con los productos españoles. Diría que se encuentra entre un cruasán y una napolitana de chocolate, tirando más por esta última.
Se trata de un bollo de exterior crujiente e interior suave. La capa externa está azucarada y en poco pegajosa, pero no se hace molesto, luego en boca se agradece. Metiéndonos en su interior, podemos ver una línea de chocolate negro atravesando todo el chocoladekoek. El sabor de este chocolate es tan intenso que no le falta ni le sobra nada, está perfecto. Esto lo digo porque de primeras pensé que le faltaría, pero me pareció ideal.
Probando la Crèmekoek Chocolade
La Crèmekoek no tiene nada que ver con el anterior. Se trata de finas capas de hojaldre en el exterior combinado con un interior de crema pastelera. Los sabores estaban muy equilibrados y no se hacía nada pesado. Además, en la parte superior (en mi foto es la inferior), se ha bañado el bollo con fino chocolate con leche, algo que termina de darle ese toque dulce que a todos os gusta.
Se trata de un bollo muy sabroso y nada empalagoso que te atrapará y no te dejará parar de comer hasta que te lo acabes.
Precios
En cuento a precios, por ambas unidades pagué un total de 3€, un precio muy acertado y asequible por estos koffiekoeken. Espero que tengas la oportunidad de degustarlos.
Un saludo a todos!!
Mi nombre es Miguel Iglesias, soy el nuevo corresponsal Erasmus de Productos Belgas, así que mi labor estos meses va a ser degustar la mayor cantidad de cervezas, gofres, patatas y chocolates posible para hacer valoraciones y recomendaciones sobre cada uno de estos productos, así que no me puedo quejar. Pero antes de descubrir toda esta gastronomía belga, permitidme que me presente.
Soy un madrileño que estaba cansado de estar siempre en el mismo sitio y tenía ganas de salir a conocer mundo, otras culturas y otros ambientes. Por este motivo me vine de Erasmus a Bélgica, un país húmedo (Madrid es muy seco), muy verde y con muchos rincones por descubrir.
Soy estudiante de cuarto año de Ingeniería en Tecnologías Industriales en la Universidad Carlos III de Madrid. Por diversas aspiraciones profesionales, acabé de Erasmus en Lovaina, una pequeña pero acogedora ciudad universitaria a escasos kilómetros de Bruselas. Me quedaré aquí todo el año especializándome en ingeniería de materiales y organización industrial dentro de la Katholieke Universiteit de Leuven (KUL). Que resulta ser la universidad número 1 en investigaciones a nivel europeo, así que estoy ansioso por empezar y ver qué me puede ofrecer.