Está claro que cuando escuchamos hablar de Bruselas, todos conocemos la Grand Place o el Manneken Pis, pero que es de la Bolsa de Bruselas, uno de los edificios más emblemáticos de esta ciudad.
El edificio se encuentra en pleno centro de la ciudad y con su imponente estilo neoclásico hace que giremos la cabeza más de una vez cuando pasamos a su lado.
Por suerte, ahora por motivos navideños, a su alrededor nos encontramos con un mercado navideño que hace que las calles aledañas al edificio se llenen aún más de vida, algo que no imaginaba que fuera posible.
Como anécdota, os cuento que en la actualidad, se ha convertido en un espacio para exposiciones temporales, conciertos y eventos. Por lo que ya no cumple su función de bolsa, pero eso sí los bonitos detalles de su fachada son impresionantes.
Y como guinda del pastel, cuando la visitéis, fijaos en los dos leones de su fachada principal. Uno de ellos mira hacia arriba y otro hacia abajo, esto, para representar la volatilidad de los valores de la bolsa, que como los propios leones representan, pueden subir o bajar.