La Brassicole es uno de esos eventos que organizan los círculos de estudiantes que te dejan con la boca abierta y no sólo porque estés pidiendo que viertan en ella otra cerveza, que también, si no por esa magnitud de la que hablé en el especial de febrero. La semana de la cerveza estudiantil ha llegado a la ULB.
De lunes a viernes, cinco días, de mediodía a medianoche es lo que dura esta fiesta en honor de uno de los productos más representativos de Bélgica y sin duda uno de los reclamos cuando cualquier persona viene a visitarlo. Cinco días en los que todo estudiante tiene una cita con lo que aquí llaman cerveza especial, cervezas elaboradas en pequeñas fábricas, abadías o monasterios.
En el campus durante estos días podíamos encontrar una gran cantidad de gente disfrutando del buen tiempo que hizo con un botellín en la mano. Para el desarrollo del evento, se instalaron varias carpas que hacían de un bar improvisado y de pequeños refugios para aquellos que prefieren estar en la terraza.
Además invitan a grupos de música a tocar algunos días creando un ambiente verdaderamente divertido y agradable.
Es el círculo de Charleroi el que trajo esta iniciativa a la universidad para que los estudiantes tengan acceso a esas cervezas que es difícil encontrar un día cualquiera en un supermercado y que puedan disfrutar de la riqueza y diversidad de aromas, colores y gustos que nuestra amada bebida nos ofrece.
Me emociono. Y es que más allá de esta posibilidad de probar cerveza de forma casi ilimitada, ¡me dijeron que tenían más de 150!, también organizan charlas sobre la fabricación de la cerveza, su cata y prácticamente el estudio de esta ciencia. Después de esto va a ser realmente difícil pedir una cerveza en España.