¡Buenos días, brujos! Hoy os tengo una actividad cultural bastante nueva, ya que el museo reabrió en mayo de este mismo año.
Bienvenidos al s. XV
La casa de los Gruuthuse es ahora el museo de la historia de Brujas y, como su nombre indica, es una casa que perteneció a la familia Gruuthuse, una familia de comerciantes que se enriquecieron por el comercio del gruut, una mezcla de hierbas que se usa para la fabricación de la cerveza (cerveza a la que ellos mismos pusieron impuestos) y también eran grandes terratenientes que alquilaban sus tierras. El lema de Lodewijck van Gruuthuse, la persona que ordeno construir la casa y que nos recibe en forma de estatua ecuestre encima del marco de la puerta, era, traducido “Hay Más en Ti” y lo podemos encontrar en distintos puntos de la casa.
El simple edificio del museo ya podría ser algo digno de visitar sin toda la exposición sobre la historia de Brujas ya que nos ofrecen un paseo por todas (o casi todas) las habitaciones de la casa. La visita es bastante extensa y en un primer momento se centra algo más en la historia de la familia Gruuthuse aunque este primer protagonismo lo van perdiendo poco a poco sin que nos demos cuenta.
En este museo seremos testigos de la época de mayor esplendor de Brujas y poco a poco de cómo va perdiendo su importancia debido a que el Zwin, que conectaba Brujas con el mar del Norte, era cada vez más difícil de navegar todo ello de manera muy interactiva ya que, por ejemplo, si te enseñan un tapiz, la siguiente estación son réplicas de detalles de ese mismo tapiz para que puedas tocarlas sin ningún miedo.
La pieza que más me impresiono de todo el museo es la cadena de rey del gremio de arqueros libres de nuestro señor Sebastián, pero ojo, no podréis verla siempre ya que 1 día al año abandona el museo para ser impuesta al tirador que haga la diana mayor ese año.
Otra de las piezas que llamó mi atención es un cuadro en el que se retrata como el gremio de los sastres viste a los mendigos de la ciudad en un día específico del año ya que estaba así escrito en el testamento de Lodewijck y destinó parte de su fortuna para ello, ¡imagínate cuanto poder tendría en esa época!
Pues no hace falta imaginarlo mucho porque si ya pensábamos que en aquella época tener una casa justo al lado de la catedral no saldría barato… ¡Imagina tener tu propia capilla conectada con la catedral! Esta es una de las partes más curiosas de la visita ya que podemos ver un museo desde otro (aunque es cierto que no veremos ninguna obra completa).
Por último, y ya casi al final de la visita nos explicarán por qué y gracias a quienes la ciudad de Brujas es ahora un destino turístico imperdible y muy disfrutable para cualquier persona, aparte de deleitarnos con uno de los mejores espacios para hacer fotografías de Brujas.
Bonus Track: Es el primer museo al que he ido y me ha llamado bastante la atención que no hubiese tienda de souvenirs ni nada por el estilo, esto me ha gustado porque se ve que no intentan venderte nada, solo contarte su historia.