Hoy damos un paseo por el centro de Hasselt. Además de encontrar todo el dinamismo de la ciudad, se sitúa también la Catedral de San Quintín, una visita obligatoria si pasas por aquí.
Esta Catedral se remonta a muchos siglos atrás, por lo que ha sufrido numerosos cambios, tanto de confesión como de estilos arquitectónicos, por lo tanto, una vez dentro es difícil de situar su marco histórico sin documentarse previamente.
Fue una primera iglesia en el siglo VII, pero se sustituyó en el siglo XI por un nuevo edificio románico. Cuatro siglos más tarde, en el XV, los Países Bajos predicaron en Hasselt el protestantismo, por lo que vemos la poca representaciones de santos, es decir, siguió un periodo de iconoclasia, aunque sí que se pueden encontrar unas cuantas imágenes góticas tardías de santos.
También existe una torre que fue construida ya en 1725, tuvo que ser restaurada más adelante. Actualmente se puede subir solo el primer sábado de cada mes, es una experiencia única poder ver Hasselt desde las alturas.
A sus alrededores, se encuentra la calle más transitada de Hasselt, repleta de tiendas, también la plaza donde venden los gofres más ricos y algunas esculturas.