Hubo un tiempo en que Gante estaba dividido en dos partes por el río Lys. En el lado derecho de la ciudad, la fabricación de cerveza se realizaba al estilo más difundido, es decir, con lúpulo. Sin embargo, en el lado izquierdo de la ciudad que estaba gobernado por franceses, en lugar de lúpulo se utilizaban una mezcla de hierbas o especias, que es lo que se llama Gruut. Pero no todas las cervezas hechas con Gruut eran iguales tampoco, pues cada una llevaba una combinación concreta de especias.
Esta diferencia hace que la cerveza fabricada con Gruut sea más saludable, no obstante, a diferencia de hoy en que los impuestos van en función del volumen de alcohol, antiguamente iba en función de la cantidad de Gruut que llevara la cerveza. Es por esto que se pagaba con Gruuten en la época del Emperador Carlos V, unas monedas usadas para pagar las tasas de las hierbas. Hoy día éste es el símbolo de la destilería de Gante donde se produce la cerveza Gruut.
Situada en el número 10 de la calle Grote Huidevettershoek, en el emplazamiento de otra antigua destilería, fue fundada en el 2009 y tiene capacidad para 5 hectolitros de cerveza en sus tanques de levadura y tanques bajos, producida a partir de procedimientos modernos pero también combinados con las técnicas tradicionales. Esta cantidad es suficiente para abastecer la fábrica, que a la vez es un bar, y a otros pequeños pubs de la ciudad. También exportan cerveza Gruut a los Estados Unidos, pero esa cerveza no se fabrica aquí, sino en la fábrica Bavik.
En esta cervecería cuentan con cinco tipos de cerveza: Gruut Wit (5º), Gruut Blond (5’5º), Gruut Amber (6’6º), Gruut Bruin (8º) y Gruut Inferno (9º). En la foto de la izquierda podéis ver la Wit (la más clarita) y la Inferno (la más oscura). Los precios varían entre 2’5€ y 3’5€, dependiendo del vaso (25 ó 33 cl) y de la cerveza, siendo más caras la Bruin y la Inferno.
Una de las cosas más curiosas sea quizás, la anamorfosis que encontramos en los posavasos. ¿La qué? Anamorfosis. Eso es una imagen distorsionada que sólo puede apreciarse desde un ángulo determinado y con cierta convexión.
Se trata de juntar dos de los posavasos (como el que encontramos en la foto, el triangular), poner la copa en el sitio que indica y mirar a través del espejito que hay en el vaso. El resultado sería algo así:
No me quedó muy claro qué es exactamente esa figura, echándole un poco de imaginación me pareció algo así como un hombre bebiendo de una copa, aunque dejo libertad de interpretación. El caso es que esta técnica se usaba durante el Renacimiento para enmascarar ciertas imágenes que estaban prohibidas o que tenían contenido erótico.
En esta cervecería se puede también comer o pedir aperitivos, aunque eso se puede hacer en casi cualquier sitio de Gante, ya que prácticamente todos los rincones son maravillosos. Sin embargo, lo que uno no se puede perder aquí es una Gruut, así que… ¡Santé!
Soy Cristina López, estudiante de último año de psicología en Barcelona y ahora corresponsal de Gante, mi ciudad destino de Erasmus. ¿Mis primeras impresiones de Gante?
Han habido muchísimas cosas aquí que me han llamado la atención, como que en ocasiones un agua te salga más cara que una cerveza, que en las terrazas de algunos restaurantes te pongan mantas por si hace frío, que en todos los lavabos haya papel (incluso en los lavabos portátiles que ponen en los festivales), que a veces tengas que pagar para ir, que duerman con almohadas cuadradas, que sólo se den un beso en la mejilla al saludarse, o su predilección por el picante, ya sea poniéndose pimienta en la sopa o tabasco en los spaghetti.
Gante es una ciudad que combina tradición y progreso. Hoy en día es considerada una ciudad de estudiantes, hay alrededor de 45000, así que eso significa que, además de su belleza y su aire medieval con multitud de construcciones y calles que visitar y recorrer, es una ciudad joven y activa, constantemente en movimiento. Siempre encuentras algo que hacer, algún evento, festival o exposición que te pueda ser de interés.
A lo largo de mi actividad en este blog os iré mostrando todo lo interesante y curioso que viva durante mi estancia Erasmus, de momento espero que esta pequeña introducción os haya picado la curiosidad para seguir visitándonos y, quién sabe, ¡quizás veniros! Así que por si eso sucede, mi primer consejo es que os alquiléis una bicicleta, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie fácilmente, ¡pero no hay nada mejor que sentirse un auténtico belga! Y mi primera advertencia si vais en bici es que tengáis mucho cuidado con las vías del tranvía, ¡y más si llueve!