Hoy nos adentramos en las consecutivas transformaciones que ha tenido el beaterio de Brujas, el único que aún se conserva en la ciudad histórica por excelencia de Flandes. Pero antes repasemos rápidamente qué son estas comunidades y quienes eran las beguinas. Se trata de mujeres cristianas que dedicaban su vida a la ayuda de enfermos y desamparados, trabajando para automantenerse y organizadas en comunidades independientes: los beaterios. Estas contaban no solo con casas, sino también con enfermerías, jardines e iglesias; lo que les permitía funcionar como poblados en miniatura dentro de sus ciudades. Actualmente están considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El beaterio de Brujas se encuentra al sur de la ciudad, en frente de la estación de tren. Como es común entre los beaterios, su arquitectura se extiende al rededor de una gran plaza arbolada que, en este caso, en primavera se llena de lirios amarillos. Un espacio de paz y tranquilidad para la treintena de pequeñas casitas blancas al más puro estilo tradicional flamenco que se encuentran en el beaterio.
Su evolución a lo largo de los siglos
La historia del beaterio de Brujas se remonta al siglo XIII: en torno al año 1225 esta zona de la ciudad fue el espacio escogido por un grupo de mujeres piadosas para asentar su recientemente creada asociación. En aquel momento el espacio estaba desconectado de la ciudad, limitando únicamente con el actual lago Minnewater. En 1244 Margarita de Constantinopla funda el beaterio propiamente dicho y no es hasta 1275 que se ve absorbido por la expansión de la ciudad. Podemos señalar el siglo XV como su edad de oro, abarcando una superficie varias veces mayor que la actual y hospedando a miles de fieles. Poco después el beaterio se ve sacudido por los conflictos religiosos del siglo XVI, llegando a destruir su iglesia en un grave incendio que da pie a la construcción de la actual iglesia de Santa Isabel.
En el siglo XVII el beaterio deja de estar habitado por beguinas para funcionar como hogar de canonesas. Ya en el siglo XVIII se construye la actual portada de acceso, pero poco después la actividad del beaterio es suprimida con la llegada de la Revolución Francesa. A pesar de haber intentos de retomarla más adelante, no es hasta principios del siglo XX que se funda la comunidad de Hijas de la Iglesia, conviertiéndolo en el monasterio benedictino que es a día de hoy.
Vista de la iglesia de Santa Isabel a través de la plaza central del beaterio.
El peso de la historia ha tenido sin duda un gran impacto en cómo vemos este hermosa comunidad en la actualidad. Podrás visitar el beaterio de Brujas todos los días de 06:30 a 18:30. Y recuerda, ¡los domingos hay visitas guiadas! Nos vemos en el próximo artículo 🙂
¡Hola! Mi nombre es Pablo y desde hoy hasta el próximo mes de junio seré tu corresponsal de patrimonio de confianza. Soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universitat Politécnica de València, pero este año he tenido la oportunidad de hacer mi Erasmus en Malinas, provincia de Amberes. Aquí estoy cursando el short Programme en International Media & Entertainment Business de la Thomas More University of Applied Sciences.
Llevo cinco meses aquí, y en este tiempo he podido explorar Flandes y conocer su cultura muy de cerca. He viajado y me he colado en la comunidad flamenca para traerte la información como un local lo haría, ¡así que prepárate para conocer el patrimonio más curioso de Flandes!