Cuando llegáis a Amberes (Antwerpen como dicen por aquí ) en tren lo primero que vais a ver es la estación central, y os quedaréis sorprendidos por su magnificencia. Y es que está considerada como una de las más bonitas de Europa y del mundo (en 2009 fue calificada como la cuarta por la revista Newsweek) y ejemplo de estación ferroviaria.
La estación, como su nombre indica, está en el centro de la ciudad, colindante al zoo de la misma. Es el punto perfecto para empezar tu visita por la ciudad.
Construida a finales del siglo XIX y principios del XX se hizo sobre un edificio anterior en piedra que data de 1836. Es gigantesca y en ella todo tiene armonía. No os quiero aburrir con su historia pues podéis encontrarla en numerosos sitios por Internet. Eso sí, fue el ingeniero Clement Van Bogaert el que la hizo tan alta para que el vapor de los trenes de entonces no cayera sobre los usuarios. La realizó el arquitecto Luis Delacenserie a petición del rey Leopoldo II.
Lo que seguramente más os va a llamar la atención es su enorme cúpula, de 75 metros de altura. También su revestimiento de mármol y sus columnas de todo tipo de órdenes.
Originariamente era estación terminus, fin de trayecto, pero a finales del XX se hizo una gran obra para transformarla en estación de tránsito y así poder acoger la línea de alta velocidad París-Bruselas-Amsterdam.
Os podría contar muchas más curiosidades sobre este bellísimo ejemplo de templo ferroviario pero prefiero que seáis vosotros/as quienes los descubráis.
Así que cuanto antes, no dudéis en sacar unos tickets y acudir a Amberes a visitarla.
Saludos.