¡Hola! ¿Qué tal? Si has viajado anteriormente por Bélgica, probablemente hayas oído hablar de las beguinas. En mi caso, la primera vez que escuché este nombre fue en un free tour por Brujas y, desde entonces, he ido encontrando la huella de estas mujeres en distintos barrios localizados en diferentes ciudades flamencas. Hoy viajamos a Malinas para descubrir la Iglesia del beaterio y, más concretamente, las obras de arte que alberga su interior.
Quiénes son las beguinas
Las beguinas fueron un grupo de mujeres que, durante la Edad Media, fueron perseguidas por el catolicismo por no seguir los dogmas de la Iglesia. Buscaron protección en distintas ciudades de Países Bajos y Flandes como Gante y Brujas. Las beguinas pasaron a vivir en pequeños barrios que conformaban comunidades religiosas. No eran monjas, es decir, no habían tomado los votos, pero llevaban una vida dedicada al espiritualismo, al trabajo social y la ayuda a los pobres. Un grandísimo avance para la época es el hecho de que estas mujeres vivían de forma independiente y tenían su propio dinero.
Presencia de las beguinas en Malinas
Se cree que las beguinas llegaron a Malinas alrededor del 1209. Primero se establecieron fuera de la ciudad y, más tarde, en 1578, se trasladaron al centro. En el siglo XVI el beaterio sufrió varios ataques que llevaron a su destrucción total, por lo que fue necesario hacer una reconstrucción en el XVII. Cabe destacar que, desde el siglo XX, el beaterio de Malinas está protegido como patrimonio de la humanidad por la Unesco, al igual que el resto de beaterios.
El beaterio de Malinas
Se llama beaterio al pequeño barrio cerrado donde vivían y trabajaban las beguinas. Es como un pequeño pueblo dentro de la ciudad, ya que cuenta con sus propias casas, jardines y, por supuesto, su propia iglesia. Aunque las beguinas ya no viven en este barrio, sigue siendo un lugar hermoso y reconfortante que puedes visitar.
La Iglesia del beaterio
La Iglesia del beaterio de Malinas se construye en el siglo XVII en estilo barroco. El edificio de por sí merece una visita. Me gusta particularmente su interior decorado con colores pasteles. No obstante, lo más destacable son las esculturas y los cuadros de su interior. En la iglesia hay una abundante colección de pinturas barrocas. Encontramos cuadros de Theodoor van Loon, Jan Cossiers, Theodor Boeijermans y Lucas Franchoys.
El altar mayor
Los autores de este magnífico altar mayor son Jan y Casper van den Steen. Lo elaboraron en 1671. Llama mucho la atención por estar construido en mármol blanco y negro cuando el resto de la Iglesia está decorada con tonos rosas, celestes y verde agua. El contraste resulta muy atractivo. El cuadro central muestra a la Virgen María rodeada de ángeles. Recibe el nombre de La Asunción de María y es obra de Lucas II Franchoys (1616-1681). A ambos lados, hechos en piedra, encontramos a Alejo de Roma y a Catalina de Alejandría, los santos patrones de la iglesia. En la parte superior, igualmente elaborados con piedra, hay varios ángeles y una nueva figura de la Virgen con el niño Jesús. Coronando la escena, vemos tres cuadros de Cristo en la cruz.
Otros cuadros
Los laterales de la Iglesia también están decorados con cuadros de escenas religiosas o del mundo de la Iglesia.
Malinas es una ciudad que merece una visita aunque no es tan famosa como Gante o Brujas. Ya que vas a pasar varios meses en Flandes debido a tu Erasmus, no vayas solamente a los lugares más turísticos. Descubre aquellos lugares que las personas que pasan solo unos días en Bélgica no tienen la oportunidad de descubrir. Recuerda que estoy aquí para responder a tus dudas en los comentarios.
Un abrazo,
María.
Soy una estudiante sevillana de la Universidad de Sevilla. Estudio la carrera de Filología Hispánica.
Me encuentro actualmente realizando un Erasmus en Gante durante el primer semestre. Volveré a la ciudad en julio para la realización de unas prácticas extracurriculares en el centro de idiomas de la Universidad. Mis pasiones son viajar y escribir. Estoy disfrutando mucho de mi estancia en Flandes.