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La Iglesia de San Pedro y San Pablo (Sint-Petrus-en-Pauluskerk, en neerlandés) es una iglesia católica romana ubicada en la ciudad costera de Ostende, en Bélgica. Fue construida a finales del siglo XIX en estilo neogótico según los planos del arquitecto Louis Delacenserie. Este arquitecto basó su diseño en la catedral gótica de Colonia y el Votivkirche neo-gótico de Viena.
Está construida sobre las cenizas de una iglesia anterior, St. Pieterskerk, que databa del siglo XVI y fue destruida por un incendio. Leopoldo II apoyó con entusiasmo un plan para construir una iglesia nueva y más magnífica. De hecho, se dice que fue él el causante del fuego para construir una nueva. La construcción comenzó en 1899 y fue terminada y consagrada por el obispo Waffelaert en 1908.
La iglesia es conocida por su gran torre de 72 metros de altura, que se puede ver desde gran parte de la ciudad. En el interior, la iglesia tiene hermosas vidrieras, esculturas y pinturas que adornan sus paredes y techos. También tiene una colección de arte sacro, que incluye relicarios, estatuas y otros objetos religiosos. Sus vidrieras fueron destruidas durante las dos guerras mundiales y fueron sustituidas por ventanas de Martens Michiel. Las vidrieras están decoradas con retratos de los diferentes reyes de Bélgica. Del interior de la iglesia hay que destacar el precioso mausoleo de mármol blanco de la primera reina de Bélgica, Louise-Marie, quien murió precisamente en Ostende.
La gran fachada está decorada con un gran rosetón con una vidriera de tracería. En los nichos se pueden ver esculturas que representan a María, San Pedro y San Pablo.
¡Si visitáis Ostende no os podéis perder esta iglesia de estilo único!
¡Nos leemos pronto!
Blanca